La jornada festiva incluyó reparto de bica blanca, licores y 'cachucha', para aliviar las mordeduras de los insectos.
Las hormigas y la bajada de la Morena, una vaca de madera, desde el pueblo de Cimadevila, colapsaron ayer los accesos a Laza. La Plaza da Picota estuvo abarrotada de público desde primeras horas de la tarde, mientras en las carreteras de la localidad no había espacios para estacionar más coches.
Ayer fue uno de los días más importantes del Entroido del municipio, que comenzó de mañana con la "Farrapada", una batalla, en la que los disparos son telas impregnadas de barro y suciedad. En la contienda participaron vecinos y visitantes.
Después, pasó la "Gitanada dos burros" y los "Maragatos" y sobre las cinco de la tarde comenzaba el delirio con la llegada de la "Morena", acompañada de ramos de "toxos" y silvas. Tras ella, un joven utilizaba una máquina de las que se utilizaban antaño para limpiar el centeno para esparcir la harina, mientras compañeros suyos esparcían las hormigas, que portaban cuidadosamente en sacos, en los que llevaban hormigueros enteros.
Eso sí, tras la mordeduras de los insectos hubo reparto de "cachucha", bica y licores, quizás para aliviar el picor e hinchazón.