La falta de una respuesta clara por parte de la Consellería de Traballo e Benestar Social sobre el total de habitantes de los concellos que integran la Mancomunidad de Municipios de Monterrei (Verín, Cualedro, Monterrei, Oímbra, Laza, Castrelo do Val y Vilardevós) mantiene abocado al cierre alguno de los servicios sociales de los que viene disfrutando hasta el momento la población.
El presidente del organismo supramunicipal, José Luis Suárez Conde, garantiza la ayuda social que se viene prestando hasta el momento para lo que resta de año, pero no se aventura a decir lo mismo para el 2013, al no conocer la cuantía de la subvención que le corresponde una vez aprobada la nueva normativa de gestión y financiación del citado servicio.
La Mancomunidad acaba de reivindicarse ante la propia Xunta como ente superior a los 20.000 habitantes, lo que permitiría continuar prestando los mismos servicios, pero en Traballo e Benestar consideran que el número de vecinos no llega a los 20.000, lo que provocaría un sustancial recorte en la subvención a conceder.
Este problema obligó a José Luis Suárez Conde a plantar cara al asunto y convocar una sesión plenaria, prevista para principios del próximo mes, y que los alcaldes se pronuncien sobre la situación y la continuación de la prestación de los servicios sociales en su conjunto de forma mancomunada.
Lo que más preocupa a Suárez Conde es el centro de atención comunitaria específico, situado en la calle Muralla de Verín, donde cada año se presta ayuda a 140 familias, incluidos niños menores de seis años que precisan de 'atención temprana'. También se atiende a menores con más de seis años que sufren alguna minusvalía.
Estas instalaciones las utilizan a diario personas de los siete concellos que integran la Mancomunidad de municipios, así como de Riós, que no forma parte del organismo supramunicipal.
El centro, con los datos que maneja la Xunta sobre el número de habitantes, tendría que cerrar las puertas al no poder asumir los concellos los costes.
En la Mancomunidad trabajan en la actualidad nueve profesionales, siete de los cuales perderían sus puestos de trabajo de pasar la Mancomunidad a ser un ente con menos de 20.000 habitantes.
La Mancomunidad acaba de reivindicarse ante la propia Xunta como ente superior a los 20.000 habitantes, lo que permitiría continuar prestando los mismos servicios, pero en Traballo e Benestar consideran que el número de vecinos no llega a los 20.000, lo que provocaría un sustancial recorte en la subvención a conceder.
Este problema obligó a José Luis Suárez Conde a plantar cara al asunto y convocar una sesión plenaria, prevista para principios del próximo mes, y que los alcaldes se pronuncien sobre la situación y la continuación de la prestación de los servicios sociales en su conjunto de forma mancomunada.
Lo que más preocupa a Suárez Conde es el centro de atención comunitaria específico, situado en la calle Muralla de Verín, donde cada año se presta ayuda a 140 familias, incluidos niños menores de seis años que precisan de 'atención temprana'. También se atiende a menores con más de seis años que sufren alguna minusvalía.
Estas instalaciones las utilizan a diario personas de los siete concellos que integran la Mancomunidad de municipios, así como de Riós, que no forma parte del organismo supramunicipal.
El centro, con los datos que maneja la Xunta sobre el número de habitantes, tendría que cerrar las puertas al no poder asumir los concellos los costes.
En la Mancomunidad trabajan en la actualidad nueve profesionales, siete de los cuales perderían sus puestos de trabajo de pasar la Mancomunidad a ser un ente con menos de 20.000 habitantes.
