lLs últimas instalaciones en ser acondicionadas son las de las localidades de Rabal y A Granxa
El Concello de Oímbra finalizará el presente ejercicio cumpliendo la normativa, sobre todo en materia de salubridad, en los velatorios de sus diez localidades. Según confirmó su alcaldesa, Ana María Villarino, con la ejecución de las obras en los de las aldeas de Rabal y A Granxa -el primero, en un local social propiedad del municipio, y en el segundo, en uno propiedad de la Diócesis-, concluirá el acondicionamiento de todos ellos. La inversión prevista para estos últimos ronda los 60.000 euros, de los que el consistorio recibe una notable aportación de la Diputación de Ourense.
En algunos- como en el caso de los de los núcleos de Oímbra, Rosal y San Cibrao-, simplemente fue necesario incorporar las imprescindibles máquinas de frío, "porque o resto das instalacións e da súa estrutura cumprían a normativa vixente", dice la alcaldesa.
Ana María Villarino se muestra satisfecha por la celeridad con la que se ejecutaron las mejoras, "xa que somos sabedores da importancia que para os nosos maiores ten poder velar os seus defuntos perto da casa na que viviron", afirmó.
