Su lectura congregó a numeroso público en la Praza da Picota, para poner fin a uno de los Entroidos más enxebres de la provincia.
Laza enterró ayer su Entroido y los peliqueiros, como manda la tradición, se quitaron la careta y colocaron un lazo negro como símbolo de luto por finalizar la fiesta y tener que esperar al próximo año. Esto fue sobre las ocho de la tarde, pero antes hubo diversión e incluso carcajadas con el "testamento do burro" con el que se dio un repaso de forma sátira a la vida social y política, comenzando por el municipio para continuar por la comarca y después por el resto del territorio.
La lectura del "testamento do burro" por parte de unos jóvenes del pueblo congregó a numeroso público en la Praza da Picota, la mayoría disfrazados de variopintos personajes. Hasta se sumó la vaca "Morena", protagonista de la multitudinaria fiesta del pasado lunes. Eso sí, la lluvia y el frío deslucieron la celebración, una de las más "enxebres" de la provincia.
El alcalde, Xosé Ramón Barreal, recordaba que el Entroido de Laza , que en la actualidad aspira a ser declarado de Interés Turístico Nacional, atrae cada año a más visitantes de todos los rincones de la geografía nacional e internacional. En esta ocasión, incluso hubo participantes de Canadá.
Las charangas Vaite Xa y NBA y la orquesta La Oca se encargaron de poner la nota musical hasta la medianoche, aunque la afluencia de disfraces ya fue mucho menor que en días anteriores. n
