El plan de austeridad que tiene en marcha el Concello de Verín también afectará al Entroido, la fiesta más importante de la villa.
El grupo de gobierno, al contrario que la decisión tomada la pasada Navidad (la villa no tuvo alumbrado navideño), tiene previsto instalar el típico alumbrado a lo largo del casco urbano, aunque con menos bombillas. 'Vamos a reducir sustancialmente la iluminación, no será la de otros años', explicó el alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, que ya está trabajando en la contratación de la iluminación para que quede instalada a principios del próximo mes.
La eliminación de bombillas obedece a la decisión del grupo de gobierno de reducir en un 40% la factura por alumbrado público, que en la actualidad se sitúa en los 580.000 euros al año. 'El objetivo es bajar esta cifra hasta unos 320.000 euros', afirmó el teniente de alcalde, Enríque Díaz.
TELÉFONO Y CALEFACCIÓN
Dentro del plan de ahorro, el grupo de gobierno decidió apagar el sistema de calefacción en todos los edificios municipales, incluido el Consistorio, una vez acabada la jornada laboral. Está decisión está generando críticas entre los trabajadores, que aseguran que al llegar por la mañana al trabajo tienen que pasar frío, al no estar aún las distintas salas caldeadas. Si embargo, este argumento no es compartido por Enríque Díaz. 'Todas las salas municipales están a una temperatura de 20 grados. Lo que no se puede es mantener encendido el sistema de calefacción cuando no hay nadie trabajando', apuntó, recalcando que las medidas de austeridad emprendidas a principios del año pasado 'ya nos permiten decir que la situación económica no es la misma que la del 2011. Estamos mucho mejor', apuntó.
El Concello se gastaba más de 10.000 euros al año en calefacción y 48.000 en llamadas de teléfono. El objetivo, según Enrique Díaz, es reducir en unos 4.000 euros el primero de los gastos y bajar hasta los 32.000 la factura de telefonía. 'Todo lo que ahorremos en gasto corriente lo podemos destinar a inversiones, a generar empleo', apuntó el teniente de alcalde.
La eliminación de bombillas obedece a la decisión del grupo de gobierno de reducir en un 40% la factura por alumbrado público, que en la actualidad se sitúa en los 580.000 euros al año. 'El objetivo es bajar esta cifra hasta unos 320.000 euros', afirmó el teniente de alcalde, Enríque Díaz.
TELÉFONO Y CALEFACCIÓN
Dentro del plan de ahorro, el grupo de gobierno decidió apagar el sistema de calefacción en todos los edificios municipales, incluido el Consistorio, una vez acabada la jornada laboral. Está decisión está generando críticas entre los trabajadores, que aseguran que al llegar por la mañana al trabajo tienen que pasar frío, al no estar aún las distintas salas caldeadas. Si embargo, este argumento no es compartido por Enríque Díaz. 'Todas las salas municipales están a una temperatura de 20 grados. Lo que no se puede es mantener encendido el sistema de calefacción cuando no hay nadie trabajando', apuntó, recalcando que las medidas de austeridad emprendidas a principios del año pasado 'ya nos permiten decir que la situación económica no es la misma que la del 2011. Estamos mucho mejor', apuntó.
El Concello se gastaba más de 10.000 euros al año en calefacción y 48.000 en llamadas de teléfono. El objetivo, según Enrique Díaz, es reducir en unos 4.000 euros el primero de los gastos y bajar hasta los 32.000 la factura de telefonía. 'Todo lo que ahorremos en gasto corriente lo podemos destinar a inversiones, a generar empleo', apuntó el teniente de alcalde.
