La canciller alemana, Angela Merkel, señaló ayer desde Afganistán, donde viajó el domingo por sorpresa, confirmó que la retirada de las tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) se llevará a cabo en 2014, como está previsto. 'Nos encontramos ya en la fase de cesión de responsabilidades. La fecha de la retirada será 2014', dijo Merkel, según informó la Cancillería Federal en Berlín, que relativizó declaraciones anteriores de la canciller en las que no descartaba un retraso, ya que, dijeron, se refería a los problemas por resolver aún.
Pese a los progresos alcanzados en el proceso de reconciliación con los rebeldes, entre ellos los talibán, todavía no se llegó al punto en que se pueda afirmar con certeza que la retirada de las tropas de la OTAN se lleve a cabo en los plazos previstos, había declarado la canciller con motivo de su visita a las tropas alemanas en la localidad de Masar i Sharif, en el norte de Afganistán. Además del proceso de reconciliación que debe fomentar el propio gobierno de Kabul, Merkel calificó de 'esencial' para la retirada de las tropas internacionales la reconstrucción nacional con los fondos de los donantes internacionales.
TRAS LA MATANZA
Mientras, el ataque perpetrado el domingo por un soldado estadounidense afgano en el que murieron al menos 17 civiles en Kandahar elevó al máximo la tensión en Afganistán. Los talibán prometieron 'venganza' por lo ocurrido, mientras que el Parlamento afgano exigió ayer que el responsable de la matanza, un sargento que llevaba al menos 11 años en el Ejército y que había estado desplegado anteriormente en Iraq, sea sometido a un juicio público en el país.
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, calificó de 'espantosa e inexplicable' la matanza y prometió justicia. 'Ese acto no refleja quiénes somos', dijo Clinton en la ONU, donde se declaró 'conmocionada y entristecida' por lo ocurrido el domingo en el distrito de Panjwai, en la provincia de Kandahar.
TRAS LA MATANZA
Mientras, el ataque perpetrado el domingo por un soldado estadounidense afgano en el que murieron al menos 17 civiles en Kandahar elevó al máximo la tensión en Afganistán. Los talibán prometieron 'venganza' por lo ocurrido, mientras que el Parlamento afgano exigió ayer que el responsable de la matanza, un sargento que llevaba al menos 11 años en el Ejército y que había estado desplegado anteriormente en Iraq, sea sometido a un juicio público en el país.
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, calificó de 'espantosa e inexplicable' la matanza y prometió justicia. 'Ese acto no refleja quiénes somos', dijo Clinton en la ONU, donde se declaró 'conmocionada y entristecida' por lo ocurrido el domingo en el distrito de Panjwai, en la provincia de Kandahar.
