Argentina se prepara contra el dengue

DAVID FERNÁNDEZ
photo_camera Técnicos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires fumigan contra el mosquito transmisor del dengue.

El Gobierno ordena fumigar plazas y parques de Buenos Aires para cortar la expansión de la epidemia.

Las autoridades argentinas extremaron los operativos de prevención para evitar que la epidemia de dengue que afecta al norte del país se extienda a Buenos Aires, donde ya hay 24 casos confirmados, todos con antecedentes de viaje a zonas de circulación de la enfermedad.

El Gobierno porteño ordenó hoy fumigar las plazas y parques de la capital argentina para frenar la proliferación del mosquito aedes aegypti, transmisor del virus, y reforzó las campañas de concienciación vecinales para evitar los criaderos del insecto en los domicilios.

"La fumigación es complementaria y auxiliar. La prevención básica la tiene que hacer la población: es necesario evitar la picadura de mosquitos con repelentes y mosquiteros, consultar rápidamente al médico ante la aparición de fiebre y, lo más importante, evitar las acumulaciones de agua limpia en las casas", dijo a Efe el infectólogo Daniel Pryluka.

Un balde con agua, el plato de una maceta con excesivo riego o una rejilla que no esté cubierta pueden albergar larvas del aedes aegypti, explica Pryluka, quien subraya que por ser un mosquito "básicamente domiciliario", la hembra, la única que pica, no se aleja más que unos metros del lugar donde pone los huevos.

El especialista admitió que las autoridades argentinas están en alerta ante una posible epidemia "tan importante o más que la de 2009", la peor registrada hasta la fecha en el país, con más de 26.000 casos, tres de ellos fatales.

Ese año la epidemia comenzó a finales de marzo, cuando Argentina entraba en el otoño y la bajada de las temperaturas favoreció la muerte de los mosquitos y el freno del virus.

La multiplicación de casos en las últimas semanas, que rondaban los 1.100 el pasado viernes, cuando se difundió la última cifra oficial a nivel nacional, han encendido las alarmas del Ministerio de Salud.

El aumento de lluvias y las temperaturas provocadas por el fenómeno climático de El Niño motivó la rápida expansión del virus, primero en Paraguay y Brasil, y después en Argentina.

Las inundaciones provocadas por la crecida de los ríos en el litoral argentino agravaron la situación.

"Ya no tenemos número una vez que esto es una epidemia. Todas las provincias tienen casos, dejamos de contar", admitió este lunes el director nacional de Epidemiología, Jorge San Juan.

"Enumerar los casos no sirve porque falla la información", dijo San Juan a radio La Red, donde reconoció que "pueden ser miles los casos que puede haber en el país".

La provincia más afectada hasta el momento es Misiones, en el extremo nororiental, donde se detectan alrededor de 50 nuevos casos de dengue por día.

A través de un comunicado, el Ministerio de Salud argentino informó hoy del envío de personal sanitario a las provincias del norte y de kits para diagnosticar NS1, el serotipo del dengue en circulación por el país.

Además, la cartera sanitaria aceleró la distribución de maquinaria pesada para realizar tareas de fumigación en espacios públicos en todas las ciudades afectadas.

El dengue es una enfermedad vírica, cuyos síntomas, que suelen aparecer entre los cinco y los ocho días de la picadura del mosquito infectado, son fiebre alta, dolores musculares y en la parte trasera de los ojos, sarpullidos y vómitos y náuseas ocasionales.

En la inmensa mayoría de los casos, los pacientes de dengue no requieren hospitalización y se recuperan en unos quince días, adquiriendo inmunidad de por vida contra el serotipo en particular que les transmitió el mosquito.

Sin embargo, infecciones posteriores causadas por otros serotipos aumentan el riesgo de padecer el dengue grave, también conocido como hemorrágico, que si no es tratado a tiempo puede ser mortal.

Te puede interesar