Bush se desentiende de las grabaciones de interrogatorios de la CIA

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush
El presidente de EEUU, George W. Bush, no recuerda haber sido informado de la grabación de los interrogatorios de la Agencia Central de Información (CIA) a dos supuestos terroristas, ni de la posterior destrucción de las cintas.

Así lo ha afirmado la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, en la rueda de prensa diaria, en la que ha explicado que el presidente estadounidense no recuerda haber sido puesto al tanto de las grabaciones hasta este jueves, cuando se lo comunicó el director de la CIA, el general Michael Hayden.

De acuerdo con Perino, la CIA, con la ayuda de la Oficina de Asesoramiento Jurídico de la Casa Blanca, está reuniendo información más concreta sobre las cintas y su destrucción, aunque desconoce si se va a iniciar una investigación oficial.

Perino ha resaltado, además, que el mandatario estadounidense apoya a Hayden y que 'no tiene ninguna razón para dudar de él'. Tiene 'plena confianza' en el director de la CIA, ha insistido la portavoz de la Casa Blanca.

La investigación, en el aire

La prensa estadounidense se hizo el jueves eco de una carta de Hayden a sus empleados en la que les notificó que la agencia de inteligencia destruyó cintas de vídeo de interrogatorios a dos supuestos terroristas en 2002 por miedo a que se filtraran a la opinión pública y comprometieran la identidad de los agentes.

Varios líderes del Congreso de EEUU, al conocer esta información, han exigido ya explicaciones sobre la destrucción de las cintas.

En concreto, quieren saber si el Departamento de Justicia estuvo al tanto de la existencia de las grabaciones y de su posterior destrucción y si el fiscal general del Estado, Michael Mukasey, ordenará una investigación.

Según Perino, si finalmente hubiera una investigación oficial por parte de Mukasey, la Casa Blanca la apoyaría.

En la carta a sus empleados, Hayden afirma que la agencia de espionaje informó al Comité de Inteligencia del Congreso de EEUU de las grabaciones y de que la intención de la CIA era destruirlas.

El Congreso, sin embargo, ha negado que fuera notificado.

La CIA, en cuestión

Hayden también señala en la misiva que el órgano de supervisión interno de la CIA visionó las cintas en el 2003 y verificó que las técnicas empleadas en los interrogatorios eran legales.

De acuerdo con la carta, la CIA empezó a grabar los interrogatorios como un 'test interno' después de que Bush autorizara métodos más severos para conseguir información de supuestos terroristas.

Estos métodos incluyeron el llamado 'waterboarding' o 'ahogamiento simulado', según señalaron autoridades gubernamentales.

La CIA decidió destruir las cintas de vídeo en 2005, en 'ausencia de cualquier razón legal o interna de guardarlas'. Según lo trascendido ahora, sólo fueron grabados los interrogatorios de los dos primeros terroristas detenidos en ese momento en EEUU, entre ellos Abu Zubaydah.

Este arrestado, bajo un duro interrogatori, aportó datos de Ramzi Binalshibh, un supuesto cómplice en los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

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