La CIA barajó la posibilidad de bombardear el edificio

El director de la CIA, Leon Panetta, explicó ayer que se discutió sobre la forma de atacar el complejo residencial donde se ocultaba el terrorista. Se barajaron las posibilidades de realizar un 'disparo directo' desde aviones B-2 o de bombardear la vivienda con misiles de crucero. Inteligencia descartó estas vías, para evitar 'daños colaterales'.
Tal como describió los hechos él mismo, Panetta reunió el martes de la semana pasada a 15 de sus asesores para discutir sobre la credibilidad de la información de la que disponían. No había ninguna imagen por satélite de Bin Laden ni de ningún miembro de su familia, pero existían 'evidencias circunstanciales' que confirmaban que el líder terrorista estaba oculto en esta vivienda.

Los asesores sólo veían entre un 60 y un 80 por ciento de posibilidades de que su objetivo estuviese en la vivienda en cuestión. Primó entonces la opinión de un convencido Barack Obama. Panetta admite que, desde la batalla de Tora Bora, en 2001, ésta era la ocasión en la que existían más evidencias de que Bin Laden se encontraba en un punto concreto.

'Quedó claro que teníamos la obligación de actuar', afirmó el nominado por la Casa Blanca para ser el próximo secretario de Defensa. 'Estábamos probablemente en un punto donde teníamos la mayor información de Inteligencia que podíamos tener', recuerda. El dirigente de EE.UU dio el 'OK' el viernes, a través de una carta escrita.

El responsable de Inteligencia transmitió la orden a William H. McRaven, comandante del Mando de Operaciones Especiales. La misión consistía en 'ir ahí para coger a Bin Laden y, si no estaba, salir rápido de allí'.

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