Los alrededores de la plaza Tahrir de El Cairo fueron escenario ayer de una batalla campal entre policías y manifestantes, que comenzó a medianoche y dejó más de mil heridos. Cientos de personas se enfrentaron a las fuerzas del orden a pedradas, en protesta por el ataque y arresto la pasada noches de supuestos familiares de víctimas de la revuelta que puso fin a tres décadas de régimen de Hosni Mubarak.
Los manifestantes lanzaron piedras contra los policías, que trataban de proteger el Ministerio del Interior y respondían con gases lacrimógenos y balas de goma. Algunos acusan a las fuerzas de seguridad de ejercer una violencia excesiva contra los civiles, mientras otros achacan a fieles del antiguo régimen descontentos por la disolución el martes de los consejos municipales de provocar los disturbios, Según el Ministerio de Sanidad se saldó con 1.036 heridos.