Los fallecidos en la base militar eran miembros del Cuerpo de Guardianes de la Revolución iraní

La explosión en un arsenal de Irán deja al menos 17 muertos

Miembros del equipo de emergencia en el lugar de la explosión al oeste de Teherán (Foto: AGENCIAS)
Al menos 17 miembros del Cuerpo de Guardianes de la Revolución, entre ellos un general, resultaron muertos y 16 heridos en una fuerte explosión registrada en el polvorín de una base militar situada al noroeste de Teherán, según la agencia oficial iraní, IRNA. El general Ramazan Sharif, jefe del Departamento de Relaciones Públicas de los Guardianes de la Revolución, cuerpo especial de las Fuerzas Armadas de la República Islámica de Irán, señaló que las víctimas mortales eran 27, pero posteriormente corrigió la cifra y dijo que fueron 17, según la fuente.
Entre los fallecidos, según el jefe militar, está el general de los Guardianes de la revolución Hasan Mogadam, que se encontraba en el acuartelamiento donde se produjo la explosión, y de los 16 heridos, algunos están en estado crítico, indicó. Según el general Sharif, la fuerte deflagración en el polvorín tuvo lugar cuando se realizaban labores de traslado de municiones y explosivos en las instalaciones. Por su parte, la página web 'Kaleme', ligada al dirigente político opositor Mir Husein Musaví, ha afirmado que los muertos son al menos cuarenta, aunque esa cifra no la confirmaron las autoridades.


DOS SINIESTROS

Diversos medios precisaron que dos explosiones consecutivas se produjeron, sobre la una y media del mediodía, hora local de ayer , en el polvorín de la base militar de los Guardianes de la Revolución de Bidgoneh, en el pueblo de Malard, 45 kilómetros al noroeste de Teherán, en la provincia de Alborz Norte, limítrofe con la capital. Las poblaciones de Malard y la cercana Shahriar fueron las más afectadas por la explosión, que causó la ruptura de cristales en numerosos edificios, aunque la base no tiene viviendas u otros edificios en su entorno inmediato. Las Fuerzas Armadas, Policía y Bomberos, además del Creciente Rojo Iraní, los Servicios de Urgencias de Teherán y Alborz y otras agencias enviaron personal de recate y asistencia con perros de búsqueda, ambulancias, helicópteros y otros equipos al lugar del suceso.

En principio, las labores se retrasaron debido al peligro de nuevas explosiones en el polvorín incendiado, donde se tardó varias horas en extinguir las llamas. Los primeros en entrar en el polvorín fueron seis socorristas, con perros de búsqueda, según Mahmud Mozafar, director del Creciente Rojo Iraní, mientras el resto de equipos permanecieron fuera de la zona más afectada.Sobre las cuatro de la tarde hora local, los helicópteros pudieron empezar a actuar y evacuar heridos, mientras las ambulancias se encontraron con graves problemas de acceso, debido al atasco de circulación.

Por su parte, una diputada de Teherán, Fatemeh Alia, dijo que aún se desconocen las causas de la explosión y que se investiga si se tratóde un accidente o un atentado.

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