Las fuerzas de seguridad matan a tiros a cuatro manifestantes en el sur de Siria

Ashton critica la represión del régimen en una mezquita de Damasco y el brutal ataque contra un caricaturista
Continúan las represiones del régimen en Siria. Las fuerzas de seguridad han matado a tiros a cuatro manifestantes mientras miles de personas reclaman la dimisión del presidente, Bashar al Assad. Además, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, ha condenado la opresión y, en especial, los ataques contra los fieles congregados en una mezquita de Damasco y la agresión contra el caricaturista Ali Ferzat.

Los cuatro fallecidos, entre ellos un adolescente de 13 años, murieron cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes que salían de las mezquitas de las localidades de Al Hara e Injil, en Deraa, donde se comenzó contra las protestas el pasado 17 de marzo.

La caída en Libia de Maumar Gadafi ha hecho que las manifestaciones aumenten en Siria, sobre todo en los suburbios de Damasco, en la ciudad de Homs (norte) y en la provincia de Idlib (noroeste), pese a que muchas localidades han estado asediadas por los tanques y soldados durante meses.

Además, en imágenes subidas a YouTube se pueden ver a soldados con AK-47 dirigiéndose hacia el centro de la capital en autobús para evitar las protestas. Pese a la presencia de las autoridades, se han registrado manifestaciones en los distritos de Qaboun, Kfar Souseh, Rukn al Din y Maydan.

Según han informado activistas y disidentes, el número de deserciones ha ido en aumento entre las fuerzas de seguridad, dominadas por oficiales alauies bajo el comando del hermano menor del presidente, Maher.

La milicia pro Al Assad han matado a al menos 1.300 civiles desde marzo, ha informado el disidente exiliado Ammar al Qurabi, que dirige la Organización Nacional Siria para los Derechos Humanos, aunque las autoridades sirias han responsabilizado a 'grupos armados terroristas' de las muertes y han afirmado que estos han matado a 500 soldados y policías.

Entre los soldados que han abandonado sus puestos, se encuentran varias decenas que durante el fin de semana se negaron a disparar contra los manifestantes que gritaban 'el pueblo quiere la caída del presidente' en el barrio damasceno de Harasta.

ASHTON CRITICA LA REPRESIÓN EN DAMASCO Y EL ATAQUE CONTRA FERZAT

Estos ataques han sido condenados por la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, que ha hecho una mención especial a los altercados del pasado 27 de agosto en una mezquita en Damasco y la brutal agresión contra el caricaturista Ali Ferzat.

Ashton ha criticado el ataque 'sin sentido y desmesurado' que tuvo lugar en 'la noche más sagrada del Ramadán' en la mezquita Al Rafai de la capital y ha declarado que la UE sigue 'muy preocupada por la violencia del régimen sirio contra manifestantes pacíficos'.

Y es que durante el mes de ayuno del Ramadán, que comenzó el primer día de agosto, más de 550 personas han muerto y otras 131 fueron abatidos en la jornada anterior en Hama, según ha indicado la Unión de Coordinación de la Revolución Siria, y ha añadido que 'no se incluye el número de mártires que no pudieron ser identificados ni los que fueron secuestrados'.

Así, la jefa de la diplomacia europea ha vuelto a pedir que se ponga fin 'inmediatamente' a la 'represión generalizada' y ha reclamado 'que abra una vía para cumplir las aspiraciones legítimas del pueblo sirio'.

Además, Ashton ha criticado, a través de su portavoz Maja Kocljancic, 'el ataque contra el caricaturista Ali Ferzat, que fue secuestrado y tratado brutalmente por expresar sus opiniones, es sólo otro ejemplo de las violaciones a los Derechos Humanos generalizadas. Muchos otros activistas, mentes independientes y defensores de los Derechos Humanos han sido objeto de actos de barbarie similares y contra sus Derechos Humanos, incluido presuntos casos de tortura, y además miles continúan detenidos sin cargos'.

En un intento por aumentar la presión sobre el régimen, la UE ya ha sancionado a un total de 50 dirigentes del régimen sirio e individuos afines, entre ellos tres altos mandos de la Guardia Revolucionaria iraní, cuyos activos financieros en Europa han sido congelados y su entrada ha sido prohibida en el territorio de la UE.

Igualmente, los Veintisiete han castigado hasta la fecha a otras nueve empresas y entidades próximas al régimen, cuyos activos también han sido congelados, incluidos los del cuerpo Al Quds de la Guardia Revolucionaria iraní por su apoyo a la represión.

Asimismo, expertos de los Veintisiete están intentando que la UE apruebe un embargo de las importaciones de petróleo, algo que se espera que suceda 'a finales de semana' y quieren que también se sancione a las personas que 'benefician o apoyan al régimen', según han explicado fuentes diplomáticas europeas.

Los expertos, además, están discutiendo 'suspender la asistencia técnica que presta el Banco Europeo de Inversiones en cinco de los 17 proyectos que contribuye a financiar en Siria con un total de 1.500 millones de euros'.

Además, el Gobierno estadounidense ha aprobado este martes la congelación de sus posibles bienes en el país contra el ministro de Exteriores sirio, Walid al Moallen, y otros dos cargos ya que 'eran unos de los principales defensores de las actividades del régimen', ha explicado el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, David S. Cohen.

Esta medida es una ampliación de la orden ejecutiva emitida por el presidente, Barack Obama, el pasado 18 de mayo contra otros miembros del Gobierno, incluido su presidente.

TEMOR A UN DESCONTROL DE ARMAS QUÍMICAS

Los temores a un posible descontrol de los arsenales químicos que tiene en su poder el Gobierno sirio en caso de que caiga el régimen de Bashar al Assad han aumentado en vistas del vacío de poder y seguridad que una desaparición repentina de la estructura estatal pudiera general, según han señalado varios analistas estadounidenses.

El 2008, el Departamento de Estado advirtió de la creciente amenaza que suponía para Oriente Próximo el aumento del número de armas químicas en poder del Ejecutivo sirio. Al Assad fue tildado en el documento como una persona que 'apoya a organizaciones terroristas' y que 'estaría intentando comprar tecnología de otros países para mejorar unas ya terroríficas reservas de armas químicas'.

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