Las autoridades portuguesas investigan si la misteriosa muerte de seis jóvenes el pasado diciembre está relacionada con una novatada universitaria, una arraigada tradición en varios centros de estudios del país.
La Fiscalía portuguesa encabeza el caso que ayer ocupaba portadas de diarios y aperturas de telediarios en el país, donde se han multiplicado las conjeturas sobre los motivos del suceso, ocurrido en la madrugada del 14 al 15 de diciembre en la playa de Meco, a las afueras de Lisboa. El llamamiento de las familias para que se aclare el siniestro es uno de los últimos capítulos del suceso, bajo secreto judicial, pero del que poco a poco comienzan a filtrarse detalles a la opinión pública.
En aquella noche, cuatro chicas y dos chicos de entre 21 y 25 años fueron arrastrados en la orilla de la playa por una ola gigante que los llevó mar adentro supuestamente mientras preparababn una novatada. Sus cuerpos fueron encontrados a lo largo de la semana siguiente.
El único superviviente, João Gouveia, logró escapar a la fuerza del mar. Es precisamente Gouveia, de 23 años y líder de las novatadas en la Lusófona, una universidad privada con sede en Lisboa, un testimonio que aún falta para completar la investigación. El joven estudiante de Ingeniería Informática padece desde la fecha del siniestro un proceso de 'amnesia selectiva'.
El impacto del caso ha llevado a que algunas facultades del país, como la de Ciencias de la Universidad de Oporto, hayan renovado su compromiso contra las novatadas por los peligros que entrañan. Las novatadas en Portugal han sido objeto de críticas en los últimos años, después de que se hicieran públicos los actos vejatorios a los se sometía a algunos novatos.
En aquella noche, cuatro chicas y dos chicos de entre 21 y 25 años fueron arrastrados en la orilla de la playa por una ola gigante que los llevó mar adentro supuestamente mientras preparababn una novatada. Sus cuerpos fueron encontrados a lo largo de la semana siguiente.
El único superviviente, João Gouveia, logró escapar a la fuerza del mar. Es precisamente Gouveia, de 23 años y líder de las novatadas en la Lusófona, una universidad privada con sede en Lisboa, un testimonio que aún falta para completar la investigación. El joven estudiante de Ingeniería Informática padece desde la fecha del siniestro un proceso de 'amnesia selectiva'.
El impacto del caso ha llevado a que algunas facultades del país, como la de Ciencias de la Universidad de Oporto, hayan renovado su compromiso contra las novatadas por los peligros que entrañan. Las novatadas en Portugal han sido objeto de críticas en los últimos años, después de que se hicieran públicos los actos vejatorios a los se sometía a algunos novatos.
