La campeona del mundo de pértiga aviva la polémica que ha sacudido el mundial de atletismo

Isinbáyeva defiende la ley rusa contra la propaganda gay

Isinbáyeva recibió ayer su medalla de oro en Moscú. (Foto: KERIM OKTEN)
La rusa Yelena Isinbáyeva, que derramó lágrimas de emoción al recibir ayer su medalla de oro como campeona mundial de pértiga, criticó minutos antes el gesto de la atleta sueca Emma Green, que compitió con las uñas pintadas con los colores del arco iris en apoyo a la comunidad gay de Rusia. 'Es una falta de respeto hacia nuestro país, hacia nuestros ciudadanos, porque nosotros somos rusos. Tal vez somos diferentes a otros europeos, pero tenemos una ley que hay que respetar', afirmó la pertiguista en alusión a la criticada y polémica ley contra la promoción de la homosexualidad, que entró en vigor recientemente en Rusia.
Isinbáyeva señaló que cuando viaja a otros países trata de respetar sus leyes. 'No intentamos imponer nuestras leyes allí donde vamos, sino que nos mostramos respetuosos', subrayó. Con respecto a la homosexualidad, Isinbáyeva comentó: 'Estamos contra su promoción; no, obviamente, contra la libre elección de cada persona. Es su vida, es su elección, sus sentimientos, pero estamos en contra de su promoción y yo apoyo al Gobierno', afirmó.

'Si permitimos que (los gays) promuevan y hagan todo eso en la calle estaríamos muy preocupados por nuestro país, porque nos consideramos gente normal', dijo la saltadora. 'Simplemente vivimos hombres con mujeres y mujeres con hombres', añadió la doble campeona olímpica durante una conferencia de prensa en inglés. 'Viene de la historia. Nunca hemos tenido ningún problema ni queremos tenerlo en el futuro', añadió. 'Estamos profundamente en contra (de la homosexualidad). Estamos en contra de la publicidad en nuestro país. Apoyo a nuestro gobierno', sostuvo Isinbáyeva, que el martes encandiló a su país con su tercer oro mundial.


ELDETONANTE

Emma Green, clasificada para la final de altura de los Mundiales, compitió ayer en la ronda de calificación con las uñas pintadas con los colores del arco iris como señal de apoyo a la comunidad gay y en disconformidad con la ley contra la propaganda homosexual vigente en Rusia. 'Yo diría que, más que una protesta, es una manifestación de lo que pienso', declaró Green tras la competición, mostrando las uñas ante las cámaras con los colores adoptados como símbolo por los homosexuales.

La saltadora, medallista de bronce en los Mundiales de 2005, indicó que conoce, al menos, a otra atleta sueca que ha hecho lo mismo, la velocista Moa Hjelmer, eliminada en la primera ronda de 200 metros. 'Cuando llegué a Moscú', relató Green, 'lo primero que vi cuando abrí las cortinas fue un arco iris sobre la ciudad y pensé que era una buena señal. En ese momento decidí pintarme las uñas con esos colores, una forma de manifestar lo que pienso'.

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