El comisario Julio Rodríguez, uno de los jefes policiales condenados por las muertes durante el golpe de Estado que en abril de 2002 derrocó brevemente al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fue liberado hoy por su delicado estado de salud.
La abogada Elenis Rodríguez dijo a los periodistas que Rodríguez padece un cáncer de próstata y que de la cárcel fue llevado a un hospital.
Es 'injusto', añadió, que los reclusos tengan que padecer alguna enfermedad 'para que el Gobierno, bajo presión, conceda libertad condicional como medida humanitaria'.
Los familiares de los comisarios Henry Vivas e Iván Simonovis, los otros dos jefes de la ya desaparecida Policía Metropolitana responsabilizados y sentenciados por varias de las 19 muertes ocurridas en el golpe de Estado del 11 de abril de 2002, piden a Chávez una nueva amnistía, recordó.
Rodríguez llevaba en prisión más de nueve años y cumplía una condena de 30 años junto a los otros comisarios sentenciados en 2009 por este caso.
A Vivas y a Simonovis, agregó la letrada, 'se les está aplicando la pena de muerte lentamente' y no son dejados en libertad pese a estar enfermos, beneficio que el 21 de julio pasado recibió el también comisario Lázaro Forero.
Cinco días antes de esa liberación, Chávez dijo que los 'políticos presos' merecían beneficios penitenciarios independientemente del delito que hubieran cometido, y solicitó a los jueces proceder en consecuencia.
'Yo no soy el dictador que va a dar órdenes a los demás poderes', dijo Chávez el 16 de julio, al remarcar que si bien es una decisión exclusiva del Poder Judicial otorgar beneficios a los presos, él se atrevía 'a hacer un exhorto' en ese sentido, especialmente para los enfermos.
A Chávez se le extrajo el pasado 20 de junio en Cuba un tumor y al volver a su país reveló que un obispo le pidió interceder por los presos asimismo con problemas de salud.
El 31 de diciembre de 2007 Chávez promulgó una amnistía para los presos o procesados por delitos políticos, principalmente para los involucrados en el golpe de Estado contra él, lo que no amparó a opositores que no se entregaron a la justicia y escaparon del país ni a los acusados de homicidios y crímenes de lesa humanidad.
