El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, aseguró ayer que el Gobierno de Mariano Rajoy no se plantea 'por ahora una intervención directa' en el conflicto de Siria y que estudiará prestar sus bases ante una eventual operación militar contra el régimen de Bashar al Asad cuando haya una 'petición' en este sentido por parte de Estados Unidos. 'No se ha producido petición alguna del uso de las bases', ha indicado el ministro durante la inauguración del Foro España Internacional, si bien ha indicado que 'cuando se produzca estudiaremos qué es lo que hay que hacer'.
Margallo defendió que Rajoy suscribiera el viernes pasado en San Petersburgo una declaración junto a Estados Unidos y otros países y a la que se están sumando ya la práctica totalidad de países europeos, reclamando una 'respuesta' ante el uso de armas químicas por parte del régimen de Al Asad en los alrededores de Damasco el pasado 21 de agosto. Así pues, ha afirmado 'el Gobierno español está sólidamente incluido en una mayoría de países', entre los que están Estados Unidos y la UE, y por tanto se siente 'extraordinariamente cómodo' en su posición respecto a Siria.
Una posición que, resumió, se fundamenta, como explicó Rajoy, en el rechazo al uso de armas químicas y la convicción de que, de ser probado, 'debe tener respuesta inminente para que eso no se vuelva a producir'.
Una posición que, resumió, se fundamenta, como explicó Rajoy, en el rechazo al uso de armas químicas y la convicción de que, de ser probado, 'debe tener respuesta inminente para que eso no se vuelva a producir'.
