Merkel detiene su plan nuclear tras el desastre

La canciller alemana, Angela Merkel, dejó ayer en suspenso su recién aprobada prolongación del funcionamiento de las 17 centrales nucleares del país, en plena alarma por la situación de los reactores japoneses y a las puertas de tres importantes citas electorales en otros tantos 'Lander'. El gobierno de Merkel dio marcha atrás a su plan de prolongar la vida de las centrales atómicas, en virtud de una moratoria de tres meses, lo que en la práctica implica la desconexión inmediata de los reactores más antiguos -Biblis A y Neckarwestheim I, entre otros- ya que su periodo de actividad inicialmente previsto había expirado.
Se trata 'de una moratoria durante la cual se analizará la nueva situación de seguridad a la luz de lo ocurrido en Japón', indicó la canciller, quien hizo hincapié en las 'imágenes apocalípticas' de lo sucedido en aquel país, tanto en lo que respecta al seísmo y posterior tsunami como a los fallos en sus centrales.

Alemania 'no es susceptible de verse sacudida por tales terremotos ni inundaciones', añadió Merkel, pero lo ocurrido en un país 'altamente desarrollado y con altos estándares de seguridad' 'obliga a reflexionar al resto del mundo', al que la canciller invitó a obrar en consecuencia.

En España, las dos explosiones registradas en reactores nucleares de Japón no justifican abrir ahora un debate general sobre la energía nuclear. Esta es la opinión de distintos ministros del Gobierno, entre ellos Elena Salgado, que abogó por 'una perspectiva más global' antes de tomar una decisión, o de Miguel Sebastián y Cristina Garmendia, que aseguraron que las centrales nucleares españolas son 'seguras'.

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