Dos niños murieron al estallar hoy una bomba en un vertedero de la ciudad de Quetta (oeste de Pakistán), donde una veintena de personas han fallecido en acciones terroristas en los últimos cuatro días, informaron fuentes policiales.
Al menos tres personas resultaron heridas en la explosión y han sido trasladadas al hospital, de acuerdo con fuentes citadas por los canales televisivos paquistaníes Geo y Dawn.
La explosión ocurrió cerca de una gasolinera situada en el barrio Hazar Ganji de la ciudad, capital de la conflictiva provincia de Baluchistán, donde operan tanto separatistas baluchis como miembros de la red terrorista Al Qaeda y de los insurgentes talibanes.
La zona ha sido acordonada por las fuerzas de seguridad paquistaníes.
Quetta ha sido escenario de atentados en los últimos cuatro días, en lo que parece una espiral de violencia sectaria.
El sábado varios hombres armados abrieron fuego indiscriminadamente contra los pasajeros de una camioneta y acabaron con las vidas de once de ellos, todos de la comunidad chií.
El día anterior, ocho peregrinos -también chiíes- murieron el viernes en los alrededores de la ciudad, una de las más inseguras de país, por disparos de otro grupo de pistoleros.
