Muertos y heridos por violencia sectaria en el norte de Nigeria

Un número indeterminado de personas han resultado muertas y heridas hoy en un nuevo brote de violencia sectaria entre cristianos y musulmanes en la ciudad de Jos, en el norte de Nigeria, donde se ha impuesto el toque de queda, informaron las autoridades. La violencia se inició debido a que el propietario cristiano de una parcela de terreno en un bario predominantemente musulmán de Jos, la capital del estado de Plateau, pretendiera construir en esos terrenos, según la Policía y las autoridades del estado de Plateau.

Un grupo de residentes, supuestamente musulmanes, trataron de impedirlo, lo que provocó enfrentamientos que se extendieron rápidamente a otras áreas de la ciudad, según las autoridades.

Las autoridades aún no han podido establecer cifras de fallecidos y heridos, aunque temen que sean elevadas, y han señalado que en la zona se pueden ver numerosos incendios y que un gran número de personas heridas han sido trasladadas a hospitales de la ciudad.

El portavoz del Gobierno estatal de Plateau, Gregory Yenlong, dijo a los periodistas que las autoridades han adoptado todas las medidas que están a su alcance para enfrentarse a la situación y acabar con la violencia.

'El Gobierno puede asegurar que la situación está camino de quedar bajo control y pide a los ciudadanos que sigan su vida normal', indicó Yenlong.

El portavoz de la Policía estatal, Mohammed Yerima, pidió 'calma' y que se informe de cualquier hecho violento a la comisaría más cercana, al tiempo que advertía que 'cualquiera que se quiera tomar la justicia por su mano será tratado en consecuencia'.

Estos hechos se producen pocas semanas después de los violentos enfrentamientos en la ciudad también norteña de Bauchi, donde 39 personas murieron y docenas resultaron heridas en diciembre pasado en disturbios religiosos.

Previamente, en Jos, situada en la región del norte de Nigeria, donde la mayoría de la población es musulmana, han tenido lugar graves disturbios por motivos políticos y religiosos, con numerosas víctimas, en los años 2001, 2004 y 2008.

En noviembre de 2008, varios cientos de personas resultaron muertas y miles se vieron desplazadas de sus casas en un brote de violencia que se inició debido al retraso en la publicación de los resultados de las elecciones locales y que desembocaron en choques entre musulmanes y cristianos.

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