El tribunal que juzga a Paolo Gabriele no acepta el informe elaborado por la Comisión del Vaticano

Ningún cardenal declarará en el juicio del mayordomo papal

Gabriele (derecha), durante la primera sesión del juicio que comenzó ayer en el Vaticano. (Foto: OSSERVATORE ROMANO)
La documentación de los testigos recogida por la Comisión Cardenalicia creada por el papa para investigar el escándalo del robo de documentos reservados al Pontífice no será usada en el juicio que comenzó ayer contra el exmayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, según decidió el tribunal, que consideró además que el informático del Vaticano Claudio Sciarpelletti, acusado de encubrimiento, sea juzgado a parte y a partir de una fecha aún por decidir.
El hecho de que no se use esa documentación, es decir lo declarado por los testigos interrogados por los cardenales, se debe a que la Comisión Cardenalicia fue creada según el Código de Derecho Canónico, mientras que el juicio se desarrolla según el Código Penal.

A esta primera sesión -celebrada en la Oficina Judicial ubicada en un edificio del pequeño estado cercano al ábside de la Basílica de San Pedro- asistió Gabriele, pero no Sciarpelletti, debido, según su abogado a la tensión acumulada en estos días.

Al final de la misma se decidió que el juicio se reanudará el próximo 2 de octubre y que se espera que en unas cuatro audiencias esté listo para sentencia.

Gabriele, de 46 años, conocido como 'Paoletto', está acusado de robo con agravantes. Su abogada, Cristiana Arru, pidió al comienzo del juicio que fuera incluida esa documentación, lo que fue rechazado por el tribunal tras un hora y veinte minutos de deliberación.


UN ESPAÑOL AL FRENTE

La Comisión Cardenalicia está formada por el español Julián Herranz, de 82 años, expresidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, así como por los purpurados Jozef Tomko, eslovaco, prefecto emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, de 88 años, y Salvatore De Giorgi, exarzobispo de Palermo (Italia), de 82 años. Desde que estalló el escándalo, conocido como 'Vatileak', la Comisión Cardenalicia interrogó a una treintena de personas.

En la primera sesión del juicio más mediático de la historia de la Iglesia duró en total dos horas y quince minutos. Tras leerse los datos de Gabriele y de Sciarpelletti, la abogada del exmayordomo pidió que se declarara nulo el procesamiento de su defendido y solicitó que se retirara de la documentación las actas que recogen dos interrogatorios a los que fue sometido 'Paoletto' por parte del jefe de la Gendarmeria Vaticana, Domenico Giani, sin la presencia de los abogados de 'Paoletto'. También exigió que no se retira lo referente al cheque por valor de 100.000 euros regalado por la Universidad Católica de Murcia (España) al papa Benedicto XVI y que fue localizado según la acusación en el domicilio de 'Paoletto'.

Según la abogada, no se especifica con claridad donde se encontró el cheque, así como la supuesta pepita de oro regalada por un peruano al papa y la edición ilustrada de la Eneida de Anibal Caro de 1581, también encontradas en posesión de Gabriele.

El tribunal consideró el caso de la pepita de oro irrelevante, rechazó la entrega del plano del despacho por razones de seguridad, y también rechazó declarar nulo el procesamiento de Gabriele.

El abogado de Claudio Sciarpelletti, Gianluca Benedetti, dijo por su parte que su defendido se declaraba inocente y alegó que el técnico informático nunca encubrió al exmayordomo, al contrario, en el momento en el que le fue encontrado un sobre con documentación reservada vaticana reconoció que se la había dado 'Paoletto'.

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