Obama, decidido a poner fin a la violencia con armas en EEUU

El presidente de EE. UU., Barack Obama, reiteró ayer su compromiso para poner en marcha medidas de 'sentido común' para reducir la violencia con armas en Estados Unidos y pidió al Congreso que tome cartas en el asunto. En su discurso semanal de los sábados, Obama, que aprobó esta semana 23 decretos para endurecer el control de las armas, subrayó que 'ha el llegado momento de tomar acción para combatir la violencia con armas' en Estados Unidos.
Obama instó al Congreso a aprobar leyes para realizar un control universal de antecedentes para todo el que compre un arma, restablecer la prohibición de las armas de asalto y limitar los cargadores de munición de alta capacidad. En este sentido señaló que los rifles de asalto, combinados con cargadores de alta capacidad, tienen el 'único' propósito de disparar la mayor cantidad de balas lo más rápido posible, por lo que esas armas 'no pueden tener un lugar en nuestras comunidades'.

Aseguró que si se aprueban estas medidas 'podemos respetar los derechos que tienen los ciudadanos bajo la Segunda Enmienda' -que recoge el derecho de los estadounidenses de tener y portar armas- al tiempo que 'contribuimos a impedir que los pocos irresponsables ocasionen daños masivos'.

Obama, que mañana será investido de nuevo como presidente, en su primer mandato tuvo que lidiar con una economía al borde del colapso, deberá consolidar en el segundo la incipiente recuperación económica, con la sombra del déficit y las batallas en el Congreso como telón de fondo. Prueba del cambio de registro es la nominación del nuevo secretario del Tesoro, Jack Lew, un experimentado funcionario en negociaciones presupuestarias.

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