El Parlamento danés aprueba el plan de control en las aduanas

El Gobierno danés sacó ayer adelante en el Folketing (parlamento) su plan para instaurar controles aduaneros permanentes en las fronteras con Suecia y Alemania, lo que provocó recelos por la posibilidad de que viole el tratado de Schengen de libre circulación de ciudadanos. Tras semanas de duras discusiones, aplazamientos y especulaciones sobre apoyos, el Parlamento rechazó la moción de la oposición que pretendía tumbar el acuerdo entre el Gobierno liberal-conservador, el ultranacionalista Partido Popular danés (DF) y el único diputado cristiano demócrata, Per-Oerum Joergensen.
Se esperaba un largo debate, pero el hecho de que Joergensen ratificase hace unos días que finalmente votaría con el Gobierno y le daría así la mayoría absoluta, provocó que ayer no hubiera discusión y que la moción opositora fuera derrotada por 58 votos a 50 y con sólo el 60% por ciento de los diputados presentes. La Comisión de Finanzas del Parlamento, donde el Gobierno tiene mayoría, aprobó horas más tarde los fondos para implementar el acuerdo en una reunión que se pensaba sería aplazada para después del verano.

La aplicación del plan de controles aduaneros será inmediata, aunque la última fase, la que incluye los controvertidos puestos fronterizos, no se completará hasta 2014. El ministro de Impuestos, Peter Christensen, aclaró que desde el martes habrá 50 nuevos agentes de aduanas. De ellos, 30 estarán en la frontera con Alemania, diez en los transbordadores que conectan las localidades danesas de Roedby y Gedser con este país, cinco en la entrada al puente que une Suecia con Dinamarca y otros cinco en Helsingoer, desde donde salen los transbordadores a Suecia.

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