Sao Paulo y Río de Janeiro, las dos mayores ciudades de Brasil, cedieron ayer a la presión de las mayores protestas en dos décadas y bajaron el precio del transporte público, que era la reclamación inicial de miles de manifestantes que salieron a las calles desde la semana pasada.
Al final, las protestas continuas, que también se repitieron ayer, pusieron a las alcaldías de Sao Paulo y Rio de Janeiro contra las cuerdas, después de que una decena de ciudades, entre ellas capitales importantes como Recife y Porto Alegre, ya anunciaran bajadas.
En Sao Paulo viajar en el autobús y metro volverá a costar 3,00 reales (unos 1,36 dólares), en lugar de los 3,20 reales (unos 1,45 dólares) decretados a principios de este mismo mes. En Río de Janeiro las tarifas bajarán también 20 centavos de real hasta los 2,75 reales (unos 1,25 dólares).
En Sao Paulo viajar en el autobús y metro volverá a costar 3,00 reales (unos 1,36 dólares), en lugar de los 3,20 reales (unos 1,45 dólares) decretados a principios de este mismo mes. En Río de Janeiro las tarifas bajarán también 20 centavos de real hasta los 2,75 reales (unos 1,25 dólares).