Turquía volvió a bombardear Siria ayer en respuesta a un nuevo obús caído en suelo turco en la provincia meridional de Hatay, con lo que se suman ya seis días consecutivos de represalias. El proyectil procedente de territorio sirio impactó en un terreno baldío a unos 150 metros de la frontera, por lo que no hubo que lamentar daños personales ni materiales, según precisó un comunicado de la oficina del gobernador de Hatay. Las unidades militares estacionadas en la frontera devolvieron fuego a modo de represalia, añade el comunicado.
El de ayer es el sexto día de bombardeos turcos desde que el pasado miércoles murieran cinco civiles en el pueblo de Akçakale, en la provincia de Sanliurfa.
Aunque la continua caída de obuses desde Siria no han vuelto a causar víctimas, la tensión diplomática no deja de aumentar, con el riesgo de una confrontación armada.
Aunque la continua caída de obuses desde Siria no han vuelto a causar víctimas, la tensión diplomática no deja de aumentar, con el riesgo de una confrontación armada.
