La Comisión Europea propuso ayer facilitar la introducción temporal de controles fronterizos en la UE en circunstancias 'muy excepcionales', como flujos masivos de inmigrantes irregulares. La medida está incluida en el paquete de iniciativas sobre política migratoria que Bruselas presenta como respuesta a la llegada de ciudadanos del norte de África tras la oleada de revoluciones democráticas.
Francia e Italia son los mayores impulsores de la propuesta. A través de ella, los Gobiernos de Nicolas Sarkozy y Silvio Berlusconi buscan la luz verde del resto de los miembros para poder restringir el libre movimiento de personas en caso de crisis migratorias, 'para salvaguardar la estabilidad de la zona Schengen', afirmó Cecilia Malmström, comisaria de Interior de la Unión Europea.
El nuevo mecanismo de suspensión temporal de Schengen estaría basado en 'criterios bien definidos' y permitiría 'decidir a nivel europeo cuáles serán los Estados miembros que volverán a introducir con carácter excepcional el control en la frontera interior y por cuánto tiempo'. Se activaría si un país 'no cumple su obligación de controlar su sección de la frontera exterior' o si 'una parte específica de la frontera exterior se ve sometida a fuertes presiones inesperadas debidas a acontecimientos externos'.
En la actualidad, los Estados miembros ya pueden reintroducir de manera unilateral los controles fronterizos interiores, alegando motivos de seguridad u orden público. Así se hizo ante numerosos acontecimientos deportivos y así lo hizo Francia el mes pasado para frenar la llegada de inmigrantes tunecinos a los que Italia había concedido un permiso temporal, lo que provocó un enfrentamiento entre París y Roma.
PUNTOS DÉBILES
'Schengen es un logro fantástico de la UE y debemos defenderlo', afirmó Malmström. Sin embargo, Bruselas vio que el espacio sin fronteras tiene 'puntos débiles' por la 'falta de confianza' de los Estados miembros y 'hay que intentar resolverlos'.
El Ejecutivo comunitario piensa que, 'si la Unión Europea es capaz de ofrecer una respuesta coordinada de carácter comunitario en estas situaciones críticas, aumentará (...) la confianza entre los Estados miembros'. No sólo eso, también 'reducirá el recurso a iniciativas unilaterales en las que un Estado introduce controles temporales'.
El Partido de los Socialistas Europeos acusa al Ejecutivo comunitario de ceder a las presiones de Nicolás Sakozy y Silvio Berlusconi, y de colaborar en el 'desmantelamiento' del acuerdo Schengen. Ante la acusación, la comisaria de Interior de la Unión respondió que su objetivo es 'reforzar' las reglas existentes en estos momentos y 'no socavarlas'.
'Necesitamos un liderazgo europeo capaz de resistir a soluciones populistas y simplistas'. En este sentido, Malmström explicó que la llegada de más de 20.000 inmigrantes tunecinos a Italia constituye un 'reto' pero 'no es una razón para hablar de un flujo migratorio enorme'.
El nuevo mecanismo debe ser aprobado por los 27, que a la vista de las posturas expresadas en los últimos tiempos, se resisten a ceder competencias a la UE en esta materia.
El nuevo mecanismo de suspensión temporal de Schengen estaría basado en 'criterios bien definidos' y permitiría 'decidir a nivel europeo cuáles serán los Estados miembros que volverán a introducir con carácter excepcional el control en la frontera interior y por cuánto tiempo'. Se activaría si un país 'no cumple su obligación de controlar su sección de la frontera exterior' o si 'una parte específica de la frontera exterior se ve sometida a fuertes presiones inesperadas debidas a acontecimientos externos'.
En la actualidad, los Estados miembros ya pueden reintroducir de manera unilateral los controles fronterizos interiores, alegando motivos de seguridad u orden público. Así se hizo ante numerosos acontecimientos deportivos y así lo hizo Francia el mes pasado para frenar la llegada de inmigrantes tunecinos a los que Italia había concedido un permiso temporal, lo que provocó un enfrentamiento entre París y Roma.
PUNTOS DÉBILES
'Schengen es un logro fantástico de la UE y debemos defenderlo', afirmó Malmström. Sin embargo, Bruselas vio que el espacio sin fronteras tiene 'puntos débiles' por la 'falta de confianza' de los Estados miembros y 'hay que intentar resolverlos'.
El Ejecutivo comunitario piensa que, 'si la Unión Europea es capaz de ofrecer una respuesta coordinada de carácter comunitario en estas situaciones críticas, aumentará (...) la confianza entre los Estados miembros'. No sólo eso, también 'reducirá el recurso a iniciativas unilaterales en las que un Estado introduce controles temporales'.
El Partido de los Socialistas Europeos acusa al Ejecutivo comunitario de ceder a las presiones de Nicolás Sakozy y Silvio Berlusconi, y de colaborar en el 'desmantelamiento' del acuerdo Schengen. Ante la acusación, la comisaria de Interior de la Unión respondió que su objetivo es 'reforzar' las reglas existentes en estos momentos y 'no socavarlas'.
'Necesitamos un liderazgo europeo capaz de resistir a soluciones populistas y simplistas'. En este sentido, Malmström explicó que la llegada de más de 20.000 inmigrantes tunecinos a Italia constituye un 'reto' pero 'no es una razón para hablar de un flujo migratorio enorme'.
El nuevo mecanismo debe ser aprobado por los 27, que a la vista de las posturas expresadas en los últimos tiempos, se resisten a ceder competencias a la UE en esta materia.
