Estas escaleras que comunican la calle Manuel Murguía con el paseo del Barbaña parecen más un water que un camino público, pues hallamos toda clase de defecaciones, vómitos, fuerte olor a orina...
Y muchas deposiciones no parecen de canes... Las tradiciones están para conservarlas, pero deberíamos plantearnos algunas, como aquella de 'ir de campo'.