Por muchas advertencias que muchos ciudadanos hayamos hecho sobre la utilidad de limpiar los sumideros de las calles antes de que llegara la temporada de lluvias, y de las que empezamos ya a estar hartos, parece que no han surtido gran efecto en el Ayuntamiento de Ourense. Y como ejemplo, el paseo central del jardín del Posío, convertido en una larga y enorme piscina, pues como se puede comprobar, los sumideros no realizaron la función para la que fueron colocados.
Manuel Fernández (Ourense)