El socialista Alfredo Cruz renunció a sus retribuciones por dedicación, y el 'popular' Cipriano Caamaño las rebajó en un 15%

Los alcaldes de Punxín y Boborás se aplican medidas contra la crisis

Alfredo Cruz, alcalde de Punxín. (Foto: MARTIÑO PINAL)
Los alcaldes de Punxín y Boborás destacan en la comarca de Carballiño por ser los únicos que han decidido apretarse el cinturón junto con sus ciudadanos.
El alcalde de Punxín, Alfredo Cruz Gago, ha tomado la decisión de renunciar a la asignación económica que hace casi cuatro años aprobó la Corporación por su dedicación en exclusiva a su labor en el Concello. Unos 19.000 euros netos anuales que el regidor socialista considera 'eran moito gasto para as arcas municipais'. La rebaja a cero de Cruz Gago proporcionará algo de aire a los mermados presupuestos municipales, que se reducirán este año de 410.000 a 374.000 euros, 'xa que un municipio pequeno coma o noso só pode traballar a base de subvencións, e agora non veñen de ningún lado'.

Así, el salario del alcalde pasará a engrosar una raquítica partida de inversiones (unos 20.000 euros), 'que poñemos aí por se hai algunha emerxencia, pero o certo é que non hai cartos para facer obras'. El alcalde adelanta que 'a partires de agora, só poderei ir polo meu despacho unha ou dúas horas diarias', ya que deberá dedicarse a su trabajo de fontanero.


CAAMAÑO

En Boborás, Cipriano Caamaño Castro, que compagina su tarea municipal con la de médico en el Centro de Salud de la localidad. El regidor 'popular' hace un año que se rebajó un 15% las retribuciones que cobra por dedicación parcial al Concello, 'e iso antes de que aparecese a crise'. Reconoce que percibía unos 1.000 euros brutos al mes, 'pero só é unha cantidade simbólica que tenta ser unha compensación pola responsabilidade da alcaldía'.

Sin embargo, esta no fue la única medida que tomó el alcalde para hacer frente a la crisis. La pasada semana anunció que el Concello no organizaría las fiestas de Entroido y que destinaría los gastos (unos 10.000 euros) a mejorar la asistencia social. El objetivo, 'crear con estes cartos unha praza fixa de axuda a domicilio, tendo en conta que o 60% dos veciños son maiores e hai que mirar cara o futuro'.

La respuesta de la oposición no se hizo esperar. El BNG considera que 'non hai Entroido porque non hai unha persoa capacitada no Concello para organizalo', señala la portavoz nacionalista, Dolores Cachafeiro. En el mismo sentido, Alberto Otero, del PSOE, vería con buenos ojos la alternativa de que Caamaño dejase de cobrar su incentivo municipal, 'porque non está a facer xestión algunha'.

El regidor asegura que 'estaría disposto a renunciar á miña retribución se fixesen o mesmo os altos cargos do Estado e os seus asesores, e o resto de políticos autonómicos, xa que dá a impresión de que para eles non hai crise'.

Te puede interesar