Los enfrentamientos verbales, las expulsiones y los plantes son habituales en los plenos de Boborás. El alcalde 'popular', Cipriano Caamaño, aprobará un reglamento para evitar estos excesos, pero se reserva el derecho de réplica.

Boborás, el diálogo imposible

Eva Pardo, a la izquierda, atiende las explicaciones de Caamaño, a la derecha, en un pleno. (Foto: MIARCOS ATRIO)
Las sesiones plenarias de la Corporación de Boborás suelen acabar como el rosario de la aurora, sobre todo desde que dos concejales del anterior equipo de gobierno del 'popular' Cipriano Caamaño decidieran ir por libre en este mandato y liderar una candidatura independiente (MOVE), obteniendo dos ediles. Con una mayoría absoluta más reducida (seis concejales frente a cinco de la oposición) el regidor debe lidiar en cada pleno no sólo con los dos citados (Eva Pardo y José Benito González Trigás) sino también con el socialista Alberto Otero y los nacionalistas Dolores Cachafeiro y Manuel González.
Así, desde junio del pasado año, se vio obligado a amonestar varias veces a Trigás (que fue expulsado una vez) y a Otero, 'xa que sempre me interrumpen cando estou falando e eles xa dispoñen do seu turno de intervención', lamenta el alcalde. Ya en la última sesión, el pasado viernes, ambos ediles recibieron la segunda amonestación, pero no esperaron a la tercera (que significa la expulsión) y abandonaron el salón de plenos, acompañados por Manuel González y Eva Pardo (Cachafeiro no acudió).

'Non nos deixaba rebatir as cantidades que asegura se adebedan e incluiu no plan de axuste', apunta Eva Pardo, de MOVE, ya que los 330.000 euros qie cifra Caamaño no coinciden con los 800.000 que, según toda la oposición, debe el Concello. Pero la gota que colmó el vaso de la paciencia del alcalde fue la despedida que le dedicó Trigás antes de salir del pleno, un sonoro 'vai tomar polo ...', que fue grabado por una cámara de la televisión de Carballiño.

'Estas cousas non se poden permitir nun foro que representa a todo un pobo', concluía ayer el regidor. Por este motivo, anunció que en la próxima sesión ordinaria de la Corporación 'vou levar un regulamento de control dos plenos'.

Sin embargo, esta normativa no garantizará la igualdad de oportunidades, ya que Caamaño mantendrá su potestad de no conceder un turno de réplica para que los portavoces de la oposición puedan rebatir la postura del equipo de gobierno. Además, aquéllos dispondrán de un máximo de cinco minutos por intervención, distribuidos en dos turnos -'que a min me parece moito tempo, abonda con dous minutos', comenta el regidor-. Pero Caamaño mantendrá sus turnos de cierre del orden del día, sin tiempo restringido.

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