En torno a 200 caballos procedentes de toda la comarca, de Pontevedra y de Portugal participaron en las distintas competiciones hípicas que se desarrollaron ayer en las instalaciones de Pol, con motivo de la celebración de la fiesta Ecu Carballiño. El cambio de fecha (algunos días de retraso por cuestiones técnicas) y la amenaza de lluvia redujeron la asistencia en 100 caballos.
El cambio de fecha y la amenaza de lluvia ha mermado la asistencia tanto de caballos como de público a la fiesta hípica Ecu Carballiño, que anualmente organiza la Asociación de Vecinos de Pol. La entidad partía ya para esta octava edición de una reducción del presupuesto, que achacó, fundamentalmente, a la crisis económica por las dificultades cada vez mayores a las que se enfrenta para conseguir patrocinadores.
Por este motivo, la promoción prácticamente se limitó a la comarca, con la idea de organizar una fiesta para los numerosos aficionados del entorno.
Aún así, en las instalaciones hípicas del monte comunal de Pol se dieron cita ayer algunos de los incondicionales de este encuentro, procedentes de Pontevedra y Portugal, echándose en falta los jinetes que habitual mente acudían desde A Coruña, pero que en esta ocasión también les coincidió con sendas celebraciones en As Pontes y Brión.
De esta forma, participaron en las distintas pruebas ecuestres en torno a 200 caballos, un centenar menos que en la pasada edición, registrándose de igual forma, un número menor de público y comensales.
El programa se desarrolló según lo previsto, empezando pasadas las nueve de la mañana con un desayuno y una ruta turística por el entorno. Después se desarrollaron las competiciones de estampa y belleza para las distintas modalidades; de andadura gallega y exhibición.
Tras la comida popular, daba comienzo a primera hora de la tarde la prueba que mayor expectación suscita, que es la carrera de velocidad.
La jornada concluía con diversas actividades para niños y adultos, la entrega de los premios y el sorteo de un poni, para el que la organización vendió previamente los boletos.
Por su parte, los participantes en el concurso fotográfico Ecu Carballiño recogieron los mejores momentos de la fiesta.
Por este motivo, la promoción prácticamente se limitó a la comarca, con la idea de organizar una fiesta para los numerosos aficionados del entorno.
Aún así, en las instalaciones hípicas del monte comunal de Pol se dieron cita ayer algunos de los incondicionales de este encuentro, procedentes de Pontevedra y Portugal, echándose en falta los jinetes que habitual mente acudían desde A Coruña, pero que en esta ocasión también les coincidió con sendas celebraciones en As Pontes y Brión.
De esta forma, participaron en las distintas pruebas ecuestres en torno a 200 caballos, un centenar menos que en la pasada edición, registrándose de igual forma, un número menor de público y comensales.
El programa se desarrolló según lo previsto, empezando pasadas las nueve de la mañana con un desayuno y una ruta turística por el entorno. Después se desarrollaron las competiciones de estampa y belleza para las distintas modalidades; de andadura gallega y exhibición.
Tras la comida popular, daba comienzo a primera hora de la tarde la prueba que mayor expectación suscita, que es la carrera de velocidad.
La jornada concluía con diversas actividades para niños y adultos, la entrega de los premios y el sorteo de un poni, para el que la organización vendió previamente los boletos.
Por su parte, los participantes en el concurso fotográfico Ecu Carballiño recogieron los mejores momentos de la fiesta.
