La Xuntanza dos Maiores reunió en el Parque de Carballiño a cerca de 20.000 personas, prácticamente la mitad de los asistentes del pasado año. El cambio de Gobierno autonómico redujo el tiempo de organización a tres semanas (se empezaba a trabajar en enero) y eso se notó también en una disminución de las ventas de pulpeiras y bares. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, acudió por la tarde se refirió a Carballiño como el lugar en el que tradicionalmente se le rinde homenaje a los mayores.
Jubilados de Galicia, Castilla-León y Asturias participaron en la Xuntanza dos Maiores, que se celebró ayer en el Parque de Carballiño y que contó por la tarde con la visita del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. La gastronomía, el baile y el reencuentro con los amigos atraen cada año a miles de personas. La 31 edición de la fiesta arrancaba al mediodía con la treintena de pulpeiras instaladas en puntos estratégicos del parque, además de 19 bares ambulantes dispuestos a atender la demanda de los asistentes.
Al final, la venta se redujo en prácticamente un 50% respecto al año pasado, según el testimonio de pulpeiras y vendedores. Y es que los cerca de 400 autobuses de la pasada edición se quedaron en 286, y la asistencia pasó de 40.000 personas a cerca de 20.000. El cambio de gobierno autonómico redujo el tiempo de organización de varios meses a tan sólo tres semanas, y eso se notó, aunque los hosteleros del núcleo urbano aseguraron que resultó una jornada muy provechosa.
La recepción de las autoridades se producía a las 13 horas en la explanada principal. Alcaldes de las comarcas de Carballiño y Ribeiro, entre ellos el anfitrión, Carlos Montes; el delegado territorial en Ourense, Rogelio Martínez; el subdelegado del Gobierno, Camilo Ocampo; parlamentarios y directores generales, además de concejales, recibieron a la conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato Otero, que disculpaba la ausencia del presidente de la Xunta de Galicia, Núñez Feijóo, que por motivos de agenda no pudo acudir hasta la tarde.
La fiesta retomó este año la línea establecida por el Gobierno del Partido Popular cuando era presidente Manuel Fraga. La austeridad se impuso y sólo una orquesta amenizó la jornada. Además, las cuatro xuntanzas, una por provincia que había fijado el bipartito, se suspendieron en favor de una única celebración en Carballiño. Nós non temos que mirar o que facían outros, nós temos que facer o que entendemos que é o mellor, o importante é que os maiores disfruten e se non plantexan máis festas estudiarémolo, puntualizó Beatriz Mato.
Alberto Núñez llegaba al recinto oficial en torno a las 16.30 horas. O Carballiño é onde tradicionalmente queríamos celebrar a homenaxe os maiores, e volvemos ó Carballiño para rendirlles unha homenaxe responsable e sentida, porque son a clave na situación en que vivimos, gracias a eles pudemos estudiar e mellorar sustancialmente a nosa cota de benestar, manifestaba el presidente.
Besos y abrazos para el presidente
Alberto Núñez Feijóo y demás autoridades realizaron un recorrido por el Parque, a lo largo del cual el presidente recibió cientos de besos y abrazos. Sin embargo, no se acercó en ningún momento al palco en donde actuaba la orquesta ni para dirigirse a los presentes ni mucho menos para bailar, pese a que varias señoras lo intentaron, pero el presidente no quiso rendirse al encanto de la danza.
DISPOSITIVO
21 personas recibieron asistencia sanitaria
Cerca de 200 personas, entre profesionales y voluntarios, conformaron el dispositivo de seguridad y asistencia sanitaria en esta 31 edición de la Xuntanza dos Maiores. Protección Civil de Carballiño, Ribadavia y Amoeiro; Guardia Civil, Policía Autonómica, Policía Local, Cruz Roja y 061, se mantuvieron vigilantes a lo largo de toda la jornada para que todo se desarrollase con normalidad.
En total, fueron 21 personas las que recibieron asistencia sanitaria, aunque por cuestiones leves, sólo una fue trasladada en ambulancia al Centro de Salud de Carballiño aquejada de convulsiones y dolor torácico, que finalmente no resultó grave. Además de la atención sanitaria, el dispositivo de seguridad se encargó de la regulación del tráfico tanto en el entorno del Parque municipal como en las calles y principales cruces de Carballiño.
Al final, la venta se redujo en prácticamente un 50% respecto al año pasado, según el testimonio de pulpeiras y vendedores. Y es que los cerca de 400 autobuses de la pasada edición se quedaron en 286, y la asistencia pasó de 40.000 personas a cerca de 20.000. El cambio de gobierno autonómico redujo el tiempo de organización de varios meses a tan sólo tres semanas, y eso se notó, aunque los hosteleros del núcleo urbano aseguraron que resultó una jornada muy provechosa.
La recepción de las autoridades se producía a las 13 horas en la explanada principal. Alcaldes de las comarcas de Carballiño y Ribeiro, entre ellos el anfitrión, Carlos Montes; el delegado territorial en Ourense, Rogelio Martínez; el subdelegado del Gobierno, Camilo Ocampo; parlamentarios y directores generales, además de concejales, recibieron a la conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato Otero, que disculpaba la ausencia del presidente de la Xunta de Galicia, Núñez Feijóo, que por motivos de agenda no pudo acudir hasta la tarde.
La fiesta retomó este año la línea establecida por el Gobierno del Partido Popular cuando era presidente Manuel Fraga. La austeridad se impuso y sólo una orquesta amenizó la jornada. Además, las cuatro xuntanzas, una por provincia que había fijado el bipartito, se suspendieron en favor de una única celebración en Carballiño. Nós non temos que mirar o que facían outros, nós temos que facer o que entendemos que é o mellor, o importante é que os maiores disfruten e se non plantexan máis festas estudiarémolo, puntualizó Beatriz Mato.
Alberto Núñez llegaba al recinto oficial en torno a las 16.30 horas. O Carballiño é onde tradicionalmente queríamos celebrar a homenaxe os maiores, e volvemos ó Carballiño para rendirlles unha homenaxe responsable e sentida, porque son a clave na situación en que vivimos, gracias a eles pudemos estudiar e mellorar sustancialmente a nosa cota de benestar, manifestaba el presidente.
Besos y abrazos para el presidente
Alberto Núñez Feijóo y demás autoridades realizaron un recorrido por el Parque, a lo largo del cual el presidente recibió cientos de besos y abrazos. Sin embargo, no se acercó en ningún momento al palco en donde actuaba la orquesta ni para dirigirse a los presentes ni mucho menos para bailar, pese a que varias señoras lo intentaron, pero el presidente no quiso rendirse al encanto de la danza.
DISPOSITIVO
21 personas recibieron asistencia sanitaria
Cerca de 200 personas, entre profesionales y voluntarios, conformaron el dispositivo de seguridad y asistencia sanitaria en esta 31 edición de la Xuntanza dos Maiores. Protección Civil de Carballiño, Ribadavia y Amoeiro; Guardia Civil, Policía Autonómica, Policía Local, Cruz Roja y 061, se mantuvieron vigilantes a lo largo de toda la jornada para que todo se desarrollase con normalidad.
En total, fueron 21 personas las que recibieron asistencia sanitaria, aunque por cuestiones leves, sólo una fue trasladada en ambulancia al Centro de Salud de Carballiño aquejada de convulsiones y dolor torácico, que finalmente no resultó grave. Además de la atención sanitaria, el dispositivo de seguridad se encargó de la regulación del tráfico tanto en el entorno del Parque municipal como en las calles y principales cruces de Carballiño.
