Las agrupaciones de Cáritas y San Vicente Paul de Carballiño casi han duplicado el gasto destinado a prestar diferentes ayudas a familias en dificultades. Así, si en 2020 cerraron el año con 23.350 euros, a lo largo del 2021 se incrementó hasta los 44.025 euros, produciéndose un importante incremento en la partida destinada al pago de alquileres, que pasó de 3.395 a 11.040 euros en este pasado año.
Se da la circunstancia que fueron menos las personas que recibieron ayudas, concretamente 564 frente a las 678 de 2020, algo que consideran los responsables de ambas agrupaciones que se debe a que las necesidades fueron más grandes y se prolongaron más tiempo, en el caso de los residentes fundamentalmente por la pérdida de empleo y en los inmigrantes por falta de recursos cuando llegan a Carballiño, teniendo en cuenta que del total de inscritos casi el 50% pertenecen a este colectivo, contabilizando 301 en 2020 y 264 en 2021.
Aunque el pago de alquileres ha subido ostensiblemente, el reparto de alimentos sigue ocupando el primer puesto, destinando 26.942 euros, más 110 para los específicos de la infancia, cuando el año anterior ocupaba el primer puesto con 15.000 euros. Otras partidas con un considerable gasto son las dedicadas a medicamentos (1.783 euros) y los recibos de luz con 1.573 euros. También se dieron ayudas para viajes, comidas a transeúntes, recibos de gas o butano o facturas de agua, entre otras.
El balance anual contempla un total de 1.224 intervenciones por parte de los voluntarios correspondientes a las ayudas prestadas a un total de 243 familias, que también son menos que el año anterior en que sumaban 284.
Cáritas abre cada viernes el bajo de la casa parroquial para distribuir el material entre los solicitantes, que deben disponer de un informe de Servicios Sociales. A lo largo del año se entregaron 28.995 unidades solo de alimentos.
Donativos de particulares y de varios colectivos
Cáritas y San Vicente Paul manifiestan su agradecimiento a las familias que de forma continua colaborando económicamente; también a aquellos que pasan por la sede para entregar alimentos o donativos, así como a las personas que el primer domingo de cada mes hacen sus aportaciones en las misas, “sin los que no podríamos ayudar a las familias que lo necesitan”, matizan. También valoran la colaboración de alumnos, profesores y Asociación de Nais e Pais de los colegios Sagrado Corazón y del IES Nº 1 que aportaron alimentos. Feligreses de parroquias de Avión también han contribuido al igual que los participantes en la carrera solidaria del Concello de Carballiño. El Banco de Alimentos de Ourense, la Diputación y el Concello son otros pilares importantes en esta labor.
