O CARBALLIÑO

La compra de edificios divide a los políticos de Carballiño

photo_camera Sesión extraordinaria de pleno por la vía de urgencia, ayer en Carballiño.

El pleno autorizó las operaciones que defiende el PP, criticadas duramente por el PSOE y el BNG 

El grupo municipal del PSdeG votó en contra de todas las propuestas que el grupo de gobierno popular presentó ayer en el pleno extraordinario, rechazando incluso su carácter de urgencia. El portavoz socialista, Francisco Fumega, acusó al equipo del PP de hipotecar el futuro del gobierno que se constituya tras las elecciones del 24 de mayo al aprobar la adquisición de dos inmuebles, la antigua fábrica de papel con su correspondiente finca y la antigua ferretería Soto, por un importe total de 2.419.134 euros, lo que obligará a las arcas municipales a desembolsar 463.826 euros anuales, para abonar los plazos de cinco y seis años respectivamente. "Hipoteca o proxecto do goberno do próximo alcalde", puntualizó Fumega, insistiendo en que en estos momentos hay que solucionar otras necesidades que padecen muchas familias como es el paro y la falta de ingresos.

El alcalde, Argimiro Marnotes, defendió la utilización de parte del superávit de 2014, que asciende a 1.014.000 euros para pagar la primera anualidad, 100.000 euros en el caso de la ferretería y 50.000 en el de la fábrica, siempre que en este último caso el Juzgado, que tiene embargada la propiedad, acepte descontar en este 2015 los 90.000 euros que se abonaron en el 2000, y que están pendientes del proceso concursal. El regidor aseguró que es el momento de cerrar ambas compras porque en el caso de la ferretería "o se compra o desaparece", ya que los propietarios están dispuestos a derribarlo, y en el caso de la fábrica, de no hacerlo, iría a subasta pública.

Los socialistas echaron en cara al alcalde la falta de una valoración pericial que puede variar el precio de uno de los edificios y una memoria sobre el destino y mantenimiento de ambos. Aunque Marnotes confía en poder recurrir al remanente de tesorería para pagar las cuotas anuales, Fumega le recordaba que de los casi 8 millones de euros que se prevén recaudar todavía hay casi 2 que no se ingresaron. "Non sei si é legal pero si vulnera a ética", matizó Fumega, que no votaba sobre la compra de la fábrica por estar su familia implicada. La oposición también rechazó el reparto de las subvenciones entre 21 entidades por considerar que se hace de forma arbitraria y discriminando a otros colectivos.

La única concelleira del BNG en la Corporación no asistió al Pleno. Sin embargo, sí se pronunció sobre los acuerdos el candidato nacionalista a la alcaldía, Ferreiro Abelleira, quien calificó de decepcionante la sesión plenaria, asegurando que a su grupo le preocupa no poder pagar las anualidades de los inmuebles, al no haber asignación presupuestaria.

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