El Concello de Carballiño asumirá la financiación de las obras necesarias para la reapertura del matadero municipal, cerrado desde el pasado 3 de septiembre, a raíz de la explosión que se produjo en la caldera en la que se calentaba el agua y se generaba vapor.
El alcalde, Argimiro Marnotes, declaró que el capítulo de inversiones de los presupuestos de 2013 contemplará una partida de aproximadamente 60.000 euros para instalar una nueva caldera y realizar las reformas necesarias, al mismo tiempo que se procederá a convocar un nuevo concurso para la adjudicación de la gestión del establecimiento, en manos desde hace 27 años de la empresa Carnes de Carballiño, que aglutina a una veintena de profesionales del sector de este municipio.
Con esta medida, el regidor pretende reanudar este servicio y asimismo conservar los 10 puestos de trabajo que tenía, y por los que el responsable de la empresa, Carlos Obenza, mostraba su preocupación.
DUDAS
Carniceros de la comarca habían manifestado sus dudas sobre su reapertura, a la vista del retraso en la ejecución de las obras, teniendo en cuenta que el transporte del ganado a otros mataderos, concretamente al de Ourense, les acarrearía un importante coste añadido en el sacrificio de los animales. Son en torno a medio centenar de carniceros de las comarcas de Carballiño y O Ribeiro, pero también de zonas como A Cañiza, Lugo o Soutelo de Montes, los que utilizan estas instalaciones municipales.
Carlos Obenza espera que el Concello agilice las obras, porque la empresa se ve obligada a cobrar a los carniceros el transporte del ganado al matadero de Ourense, ya que 'agora non temos ingresos e teñen que asumir os gastos', que suponen una media de 30 euros a mayores por cada animal. Carlos Obenza también declaró que un grupo de carniceros volverán a optar al concurso para la gestión del matadero, asegurando que 'dende que me fixen eu cargo, fai catro anos, Carnes de Carballiño invertiu 37.000 euros en reformas, porque desde que se inaugurara a principios da década dos 90 non se lle volveu a tocar'.
El deterioro de las instalaciones fue el motivo por el que no se renovó el contrato entre la empresa y el concello, pese a que finalizó el pasado 31 de diciembre, y a la espera de llegar a un acuerdo para la financiación de las obras de acondicionamiento.
Con esta medida, el regidor pretende reanudar este servicio y asimismo conservar los 10 puestos de trabajo que tenía, y por los que el responsable de la empresa, Carlos Obenza, mostraba su preocupación.
DUDAS
Carniceros de la comarca habían manifestado sus dudas sobre su reapertura, a la vista del retraso en la ejecución de las obras, teniendo en cuenta que el transporte del ganado a otros mataderos, concretamente al de Ourense, les acarrearía un importante coste añadido en el sacrificio de los animales. Son en torno a medio centenar de carniceros de las comarcas de Carballiño y O Ribeiro, pero también de zonas como A Cañiza, Lugo o Soutelo de Montes, los que utilizan estas instalaciones municipales.
Carlos Obenza espera que el Concello agilice las obras, porque la empresa se ve obligada a cobrar a los carniceros el transporte del ganado al matadero de Ourense, ya que 'agora non temos ingresos e teñen que asumir os gastos', que suponen una media de 30 euros a mayores por cada animal. Carlos Obenza también declaró que un grupo de carniceros volverán a optar al concurso para la gestión del matadero, asegurando que 'dende que me fixen eu cargo, fai catro anos, Carnes de Carballiño invertiu 37.000 euros en reformas, porque desde que se inaugurara a principios da década dos 90 non se lle volveu a tocar'.
El deterioro de las instalaciones fue el motivo por el que no se renovó el contrato entre la empresa y el concello, pese a que finalizó el pasado 31 de diciembre, y a la espera de llegar a un acuerdo para la financiación de las obras de acondicionamiento.
