El dueño del bar de alterne Las Ninfas de Maside fue condenado en Brasil a 13 años de prisión por tráfico de mujeres. El industrial también tendrá que abonar una multa de 67.200 euros. La Policía brasileña lo detuvo en Río de Janeiro después de que la Fiscalía lo denunciara por reclutar mujeres en Brasil para obligarlas a prostituirse en Ourense.
El propietario del bar de alterne Las Ninfas de Maside, Aquilino González Iglesias, fue condenado por la Justicia brasileña a 13 años de cárcel por tráfico de mujeres. La sentencia se dio a conocer ayer y González Iglesias deberá pagar una multa de 500 salarios mínimos (unos 67.200 euros), según el Ministerio Público brasileño (Fiscalía).
El empresario fue denunciado en 2006 por la Fiscalía Federal en el Estado de Goias (centro del país) como responsable de una banda que se dedicaba a reclutar jóvenes brasileñas, que eran enviadas al club Las Ninfas, según se desprende de los autos del proceso.
El industrial fue detenido en Río de Janeiro, junto con su cuña da, la brasileña Magna Pires da Costa, que también fue condenada a 10 años de cárcel y al pago de 62 salarios mínimos (unos 7.800 euros), como responsable de contactar con las mujeres.
Según la Fiscalía, les conseguían pasaportes y pasajes aéreos hasta Madrid, para continuar el viaje por coche hasta Carballiño, a donde llegaban con una deuda acumulada de unos 9.000 reales (unos 3.800 euros). Allí eran obligadas a prostituirse para pagar esas deudas, según dio a conocer la Policía brasileña, que contó con la ayuda de la Policía espa ñola para arrestar al empresario.
Según recoge la denuncia de la Fiscalía, el club Las Ninfas registró ganancias de unos seis millones de reales (unos 2.283.000 euros) entre los años 2005 y 2006. El fiscal solicitó al Juzgado que embargue los bienes de los condenados en España a favor del Estado de Brasil.
Aquilino González, que puede recurrir la sentencia, tiene otra causa pendiente en el Juzgado carballiñés. En el 2004, una mujer lo denunciase por obligarla a prostituirse en el negocio.
Ese mismo año, el industrial fue noticia en toda España por promocionar su negocio a través del club de fútbol de Carballiño.
El empresario fue denunciado en 2006 por la Fiscalía Federal en el Estado de Goias (centro del país) como responsable de una banda que se dedicaba a reclutar jóvenes brasileñas, que eran enviadas al club Las Ninfas, según se desprende de los autos del proceso.
El industrial fue detenido en Río de Janeiro, junto con su cuña da, la brasileña Magna Pires da Costa, que también fue condenada a 10 años de cárcel y al pago de 62 salarios mínimos (unos 7.800 euros), como responsable de contactar con las mujeres.
Según la Fiscalía, les conseguían pasaportes y pasajes aéreos hasta Madrid, para continuar el viaje por coche hasta Carballiño, a donde llegaban con una deuda acumulada de unos 9.000 reales (unos 3.800 euros). Allí eran obligadas a prostituirse para pagar esas deudas, según dio a conocer la Policía brasileña, que contó con la ayuda de la Policía espa ñola para arrestar al empresario.
Según recoge la denuncia de la Fiscalía, el club Las Ninfas registró ganancias de unos seis millones de reales (unos 2.283.000 euros) entre los años 2005 y 2006. El fiscal solicitó al Juzgado que embargue los bienes de los condenados en España a favor del Estado de Brasil.
Aquilino González, que puede recurrir la sentencia, tiene otra causa pendiente en el Juzgado carballiñés. En el 2004, una mujer lo denunciase por obligarla a prostituirse en el negocio.
Ese mismo año, el industrial fue noticia en toda España por promocionar su negocio a través del club de fútbol de Carballiño.
