Treinta funcionarios están llamados a elegir a sus tres representantes en el Concello carballiñés

Las elecciones sindicales enfrentan al gobierno local y la oposición por la política de personal

Trabajadoras del departamento municipal de Servizos Sociais de Carballiño. (Foto: Martiño Pinal)
Los enfrentamientos que mantiene el grupo municipal de gobierno y la oposición de Carballiño sobre la gestión política en materia de personal condicionan las elecciones sindicales del funcionariado, convocadas para mañana viernes. Además, las diferencias se amplían a los sindicatos con un cruce de recursos e impugnaciones de acuerdos plenarios y el proceso de designación de representantes. Tanto PP como BNG reclaman consenso, ‘tendo en conta en que a última decisión é da Corporación, e nela temos a maioría’.
Los funcionarios del Concello de Carballiño elegirán a sus representantes sindicales el próximo viernes, según el calendario elaborado por la mesa que coordina todo el proceso y que ayer hacía públicas las listas definitivas de candidatos. Concretamente, ocho en total distribuidos entre las centrales sindicales CIG y UGT -con tres cada unoy CSI-CSIF, con dos.

De ellos, hay tres agentes de la Policía Local; tres administrativos, la tesorera y el director de la Biblioteca municipal. La presencia de los tres policías no es casual teniendo en cuenta que del censo de 31 funcionarios, 12 pertenecen a las fuerzas de seguridad (casi un 38% del total), si bien dos candidatos figuran en la lista de UGT y el tercero en la CIG. Además, es la primera vez que se pasa de uno a tres delegados en representación de estos trabajadores, al sobrepasar los 30 censados.

Mayoría

Pero estas elecciones están condicionadas por los enfrentamientos existentes en el Concello carballiñés entre el gobierno municipal y la oposición precisamente en política de personal. El teniente de alcalde y responsable de este área, José Antonio Barge, defiende la legitimidad de una mesa de negociación en la que sólo está representado su grupo -el PSOEy los sindicatos, ‘xa que nós somos a Adminis tración tal e como fixa a Lei de 2007’. Sin embargo, el portavoz nacionalista, Manuel Amil, afirma que ‘a postura de deixarnos fóra non ten moito sentido, xa que a comisión negociadora é para tratar de chegar a acordos, pero quen finalmente decide é a Corporación e nela temos a maioría a oposición’.

De la misma opinión es Argimiro Marnotes, portavoz de los ‘populares’, que -como Amil invita a los socialistas ‘a chegar a un consenso que sexa bó para todos’. El edil del PP añade que ‘nestas datas de eleccións é un bó momento para que os traballadores recapaciten e vexan se os representantes que teñen defenden ben os seus intereses’.

Por otra parte, las diferencias políticas también tienen su reflejo en los propios sindicatos. La CIG mantiene la impugnación de la constitución de la mesa negociadora mientras la UGT recurrió el acuerdo plenario que da luz verde a la oposición para estar en ella. Esta central sindical también ha recurrido el reconocimiento de complementos a dos funcionarios del Concello, aprobado por PP y BNG.

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