El colegio público Calvo Sotelo, ubicado en la calle del mismo nombre, reanudó ayer su actividad escolar con total normalidad, después de que los padres se negaran a dejar a sus hijos en el centro por causa de las obras de acondicionamiento que acomete la Consellería de Educación.
Los padres habían acudido el pasado jueves al acto de presentación del nuevo curso escolar cuando se encontraron con las obras y consideraron que la situación podía implicar un riesgo para la integridad física de sus hijos. De esta forma, salvo unos pocos, la mayoría prefirió esperar hasta el día para la incorporación de los niños a las clases.
Aunque ayer todavía estaba pendiente la colocación de una barandilla, los niños accedieron a las aulas para empezar el curso.
Aunque ayer todavía estaba pendiente la colocación de una barandilla, los niños accedieron a las aulas para empezar el curso.
