La familia de la niña gravemente lesionada por un amigo el pasado jueves en Carballiño nunca ha estado más pendiente del reloj. Cada hora que la joven de 13 años se mantiene con vida en la UCI del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, pese a su estado crítico, se traduce en una pequeña esperanza. “Sigue luchando por aferrarse a la vida a pesar de su estado crítico”, aseguraba ayer por la mañana Cristina Martín, hermana de la víctima de la brutal agresión. Y, en estos complicados momentos, agradece el desvelo del equipo médico: “Está recibiendo la mejor atención posible (…), la tratan como a una princesa”.
Los allegados de la menor admiten que son incapaces de asimilar lo sucedido el jueves por la tarde en el piso donde residía el menor agresor -encerró a su amiga en la casa, en donde la agredió con una pata de cabra y supuestamente la arrojó desde el balcón-. “Nadie podría hacerlo porque nadie espera que le ocurra algo así tan de cerca”, asegura la hermana mayor. La situación por la que están pasando no tiene vuelta atrás: “Una parte de ti se muere cuando comprendes que pase lo que pase hay algo que se ha perdido para siempre porque qué niño puede sentir seguro después de superar algo así”.
Martín ha iniciado una recogida de firmas en la plataforma change.org para pedir que la Ley del Menor no exima de un proceso penal a los menores de 14 años en hechos tan graves. El niño carballiñés que intentó matar a su amiga para ver lo qué se sentía tiene 13 y, por tanto, es inimputable. Más de 3.200 personas han respaldado ya la petición. “Queremos que ninguna familia cuando sufra una situación tan desoladora se sienta abandonada, ignorada y desamparada por la justicia”, añade.
Escudarse en la edad
En los casos de menores que cometen hechos delictivos que trascienden el mero accidente -opina- hay que mover ficha. “¿Cómo van a conocer la gravedad de sus actos si no les damos el castigo que se merecen?”, se preguntaba. Para Cristina Martín, la Ley del Menor exige un cambio de rumbo para, según valora, “nadie pueda escudarse en la edad para destruir la vida de una familia sabiendo que no pasará nada”.
Mientras, el niño que lesionó a su amiga seguirá hospitalizado pero en el Clínico de Santiago para una evaluación psiquiátrica completa que sirva de mapa a la Xunta y a la Fiscalía de Menores para decidir los siguientes pasos.
Todo apunta a que la administración autonómica va a asumir la tutela para poder ingresar en un centro de protección de menores, en donde viven los niños que dependen de la administración autonómica. Al ser inimputable, no ingresará en un centro de reforma, en donde se cumplen las sentencias (medidas) que imponen los jueces de menores.
