El aumento de canes vagabundos es notorio en estas últimas semanas en el centro urbano de Carballiño. Las autoridades, a la espera de firmar un convenio con la Diputación, afirman que la perrera está saturada.

La Navidad llena la perrera

Un grupo de perros acogidos en la perrera de Carballiño. (Foto: MARTIÑO PINAL)
A nadie pasa desapercibida durante estas últimas semanas y coincidiendo con la celebración de las fiestas navideñas la presencia de numerosos perros abandonados en pleno centro urbano de Carballiño.
Nada tienen que ver con la proliferación de canes asilvestrados que mantienen muy preocupados a los vecinos del entorno de la N-120, en el término municipal de Ribadavia, porque estos últimos, en algunos casos, son agresivos -ya han atacado a animales domésticos e incluso provocado algún accidente de tráfico-. Los que se pasean por las calles y plazas de Carballiño son completamente mansos y se acercan confiados a cualquier persona que los acaricie o los alimente.

El concejal de Medio Ambiente, Jesús Rodríguez, reconocía este incremento, debido a que 'o veterinario da Deputación encárgase das capturas e nunhos días de vacacións que tivo xa se nota nas rúas', añadiendo que 'o próximo luns haberá que intentar collelos'. Dos trabajadores del Concello se han ofrecido voluntarios a cuidar de los animales en la perrera, pero 'ninguén quere capturalos porque resulta perigoso, así que o fai o veterinario', matizaba el edil.

La presencia de los canes se extiende a la Praza Maior y calles peatonales del centro y en el entorno de A Veracruz, además de la plaza de abastos, en la que un comerciante de uno de los puestos del exterior ya tuvo que ahuyentarlos en varias ocasiones porque 'se me descoido, escápanche cunha peza de carne'.

Jesús Rodríguez afirma que la perrera de Carballiño está totalmente saturada y ya excede el número de animales acogidos que permite la normativa vigente. 'Hai máis de 160 e non podíamos sobrepasar os 150, pero ademáis dos que capturamos non hai día en que non aparezan un ou dous animais que introducen polo cierre da canceira ás escondidas para non ter que pagar algo máis de 20 euros que costa deixalos alí'.

El Concello está a la espera de firmar un convenido con la Diputación para que sea este organismo el que asuma la gestión del servicio. Entretanto, Jesús Rodríguez declaró que se continuará prestando de forma provisional, pero contando con el apoyo del veterinario, porque no siempre es fácil la captura, sobre todo si se trata de animales considerados peligrosos, como un ejemplar de pitbull que mantienen aislado en la perrera. 'Estaba nun pobo de Maside e a canceira de Ourense negouse a collelo, así que a Policía Nacional obligounos a nós', sentenció.

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