La coincidencia de cinco obras públicas colapsa los accesos y el casco urbano de la villa del Arenteiro

‘¿Por onde se pode circular?’

Vallas y maquinaria colocadas delante de la Casa do Concello, en la mañana de ayer. (Foto: Martiño Pinal)
La ejecución de cinco proyectos de obras en el centro y periferia de Carballiño motiva quejas de vecinos, comerciantes y transportistas que desean acceder a la villa. Conductores y peatones sufren retenciones en la carretera a Cea (OU-204), la travesía urbana de la N-541, mientras el tráfico también está restringido en el entorno de la Plaza Mayor y en la carretera de Señorín. El alcalde, Carlos Montes, solicitó ayer ‘a comprensión dos cidadáns, tendo en conta que o beneficio é para todos nós’.
Las obras de reforma de la carretera OU-204, que enlaza el Eixo do Ribeiro con Carballiño a través de la localidad de Seoane, suponen la ampliación de aceras, colocación de nuevo alumbrado y la reposición de la red de abastecimiento y saneamiento, con financiación de Política Territorial. Ello obliga a la empresa adjudicataria a regularizar el tráfico de entrada a la villa mediante la instalación de señales semafóricas en aquellos tramos donde la calzada está levantada.
Así, los vehículos particulares que proceden de Cea y los transportistas que parten del polígono industrial -donde hay pistas sin paso posible, debido al acondiconamiento que realiza Vivenda e Soloatraviesan un ‘stop’ luminoso en un recorrido de apenas dos kilómetros. Pero, cuando llegan al cruce con la N-541 y pretenden acceder al casco urbano, se encuentran con retenciones en las entradas a las avenidas del Balneario y Martínez Avellanosa, debido a los trabajos que realiza Fomento. Al respecto, el repartidor de una empresa de material informático, llegado de Santiago, señaló que ‘dende Cea ata Seoane levoume só un cuarto de hora -en 10 kilómetrospero para chegar á Praza Maior tardei máis de 40 minutos’.

Instalación


Es decir, casi una hora para recorrer una distancia de 13 kilómetros y encontrarse, delante de la misma Casa do Concello, con un amplio dispositivo de máquinas retroescavadoras, cortadoras y apisonadoras y un buen número de vallas metálicas, instaladas por las obras de cableado subterráneo que efectúa la empresa de telefonía R, y prohibitivas para el paso de peatones y vehículos. Un punto de concentración de los visitantes que acuden a comprar en los comercios de la villa, ‘e que agora está totalmente cortado polas obras, sen unha alternativa de paso’, señala el propietario de un establecimiento.
Todo ello, sin contar con el levantamiento de aceras en la carretera a Señorín, donde Augas de Galicia realiza el saneamiento del río Carrás, en los accesos a Centro de Salud, Facenda e Instituto.
Un total de cinco proyectos que superan los 11 millones de euros en inversión. El alcalde carballiñés, Carlos Montes, reconocíó ayer el impacto de estas obras sobre la ciudadanía, e invitó a los afectados ‘a ser comprensivos durante o periodo que duren estes traballos, xa que son ncesarios para ofrecer un servizo mellor ós veciños’.

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