El proyecto que gestionan una pareja de ourensano y checa ofrece, además, meditación y gimnasia
Una jornada de puertas abiertas inauguró ayer la aldea rural de Pazos de Arenteiro. El Concello de Boborás alcanzó finalmente el objetivo para el que inició hace más de 10 años el proyecto de rehabilitación de cuatro casas de este monumental pueblo, declarado también Bien de Interés Cultural, fijándose como fin último el turismo. Desde que se puso en marcha el proyecto se ha visto sometido a varios retrasos, el último debido a que la anterior empresa concesionaria no logró la calificación de turismo rural que pretendía, por cuyo motivo el Concello acabó por rescindirle el contrato y abrir un nuevo concurso.
Una pareja formada por un ourensano y una checa fue seleccionada finalmente para la explotación de estos inmuebles. Ramiro Padín, natural de A Gudiña, y residente en Carballiño, antes de emigrar a Londres y dedicarse a la hostelería; y Zuzana Paskova, de nacionalidad checa, y directora de hotel. Ambos empezaron a acondicionar y amueblar las casas, y a cultivar el huerto ecológico durante el pasado diciembre. Ahora ya están disponibles nueve habitaciones dobles, sala de música, de gimnasia, juegos tradicionales, espacio de meditación y biblioteca, además de dos comedores para 25 y 10 comensales, dos jardines y terrazas, entre otros servicios.
La especialidad en el restaurante será de todo tipo de carnes a la brasa y productos de huerta ecológicos, al mismo tiempo que en función de la demanda se desarrollarán talles y cursos diversos, ya sea de distintos idiomas (inglés, francés, gallego y castellano); fotografía, cultivos de huerta y la práctica de yoga, taichí o pilates.
El precio es de 110 euros diarios, con derecho a utilizar todas las instalaciones, aunque los talleres y cursos deberán abonarse aparte Tres días costarán 285 euros y cuatro 360 euros. Los huéspedes tendrán el 10% de descuento en el restaurante.
