El retroceso de la llama de la soldadura en la que estaban trabajando los alumnos del obradoiro de emprego de Carballiño causó un gran susto. El sistema de seguridad de las bombonas evitó la explosión de las mismas.
La obstrucción de las vías de salida de dos bombonas que contenían oxígeno y acetileno provocó un retroceso en la llama de la soldadura con la que estaban trabajando los alumnos del obradoiro de emprego de Carballiño.
La obstrucción de las vías de salida de dos bombonas que contenían oxígeno y acetileno provocó un retroceso en la llama de la soldadura con la que estaban trabajando los alumnos del obradoiro de emprego de Carballiño.
Tremendo susto se llevaron estos trabajadores, al no poder cerrar las bombonas porque el fuego se lo impedía.
Afortunadamente, el mecanismo de seguridad de ambos recipientes funcionó a la perfección y el fuego se fue extinguiendo poco a poco por sí solo.
Con los nervios todavía a flor de piel, el monitor de este módulo de forja, José Luis Insuela, narraba poco después del accidente lo ocurrido, manifestando que funcionou á perfección o sistema de seguridade senón poderíase producir unha explosión perigosa. Al mismo tiempo, insistió en que esto foi algo moi puntual, algo que ocurre raras veces.
Una vez que se extinguió el fuego, las bombonas fueron despositadas en el exterior del taller, ubicado en un bajo alquilado por el Concello en la Rúa San Benito, detrás del colegio público Calvo Sotelo.
No se produjeron daños personales ni tampoco materiales. En el momento del accidente, se encontraban en el interior del taller los ocho operarios (siete mujeres y un hombre) y el propio monitor.
Por otra parte, José Luis Insuela, apuntaba que os módulos de forxa dos anteriores obradoiros tiveron un alto índice de inserción laboral, en torno ó 90% , tanto de mulleres coma de homes, que están trabajando no oficio en distintas empresas.
Afortunadamente, el mecanismo de seguridad de ambos recipientes funcionó a la perfección y el fuego se fue extinguiendo poco a poco por sí solo.
Con los nervios todavía a flor de piel, el monitor de este módulo de forja, José Luis Insuela, narraba poco después del accidente lo ocurrido, manifestando que funcionou á perfección o sistema de seguridade senón poderíase producir unha explosión perigosa. Al mismo tiempo, insistió en que esto foi algo moi puntual, algo que ocurre raras veces.
Una vez que se extinguió el fuego, las bombonas fueron despositadas en el exterior del taller, ubicado en un bajo alquilado por el Concello en la Rúa San Benito, detrás del colegio público Calvo Sotelo.
No se produjeron daños personales ni tampoco materiales. En el momento del accidente, se encontraban en el interior del taller los ocho operarios (siete mujeres y un hombre) y el propio monitor.
Por otra parte, José Luis Insuela, apuntaba que os módulos de forxa dos anteriores obradoiros tiveron un alto índice de inserción laboral, en torno ó 90% , tanto de mulleres coma de homes, que están trabajando no oficio en distintas empresas.
