En torno a una treintena de vecinos de Punxín reclaman a Aquagest la devolución del dinero que ingresó la empresa por el suministro del agua durante los meses en que no se pudo consumir por contener arsénico. Una representación vecinal presentaba ayer las reclamaciones individuales de cada afectado en las dependencias municipales, para que las autoridades locales las remitan a la empresa.
Los demandantes pertenecen a las localidades de Ourantes, Ventosela y Vilar, en donde las analíticas revelaron en el agua un contenido de arsénico superior al recomendable para el consumo humano. Pese a ello, Aquagest siguió cobrando por el servicio, mientras el Concello de Punxín se encargaba de suministrar garrafas a los vecinos afectados.
Aunque Ourantes y Ventosela ya tienen solucionado el problema, los vecinos de Vilar continúan con el agua contaminada y recibiendo el suministro de tres o cuatro garrafas de 18,5 litros cada una por semana.
La reclamación de los cobros abarca prácticamente todo el 2012, desde los primeros meses del año en que los análisis realizados por la comisión de aguas de Punxín (integrada por vecinos de todas las parroquias) señalaban el exceso de arsénico. El portavoz de dicha comisión, Joaquín Moldes, declara que 'cada veciño afectado reclama os cartos que abonou durante os meses que non pudo consumir a auga', teniendo en cuenta que varía el periodo de tiempo en las tres localidades.
El primer pueblo en el que el Concello detectó la contaminación fue Ourantes, ya en el 2011. El alcalde, Manuel Vázquez, procedía a publicar un bando alertando de que no se podía consumir el agua. En octubre de 2012 quedaba solucionado el problema con la dotación de una depuradora. Posteriormente, en mayo de este año se descubría el arsénico en los otros dos pueblos, desapareciendo el riesgo de forma natural en Ventosela, según confirmó la Jefatura Provincial de Sanidade durante el pasado mes de noviembre, por cuyo motivo, a día de hoy Vilar es el único afectado.
Por todo ello, la comisión de agua desconoce la cantidad total que se le reclama a Aquagest por que varía en función del consumo de cada vecino y del pueblo.
Aunque Ourantes y Ventosela ya tienen solucionado el problema, los vecinos de Vilar continúan con el agua contaminada y recibiendo el suministro de tres o cuatro garrafas de 18,5 litros cada una por semana.
La reclamación de los cobros abarca prácticamente todo el 2012, desde los primeros meses del año en que los análisis realizados por la comisión de aguas de Punxín (integrada por vecinos de todas las parroquias) señalaban el exceso de arsénico. El portavoz de dicha comisión, Joaquín Moldes, declara que 'cada veciño afectado reclama os cartos que abonou durante os meses que non pudo consumir a auga', teniendo en cuenta que varía el periodo de tiempo en las tres localidades.
El primer pueblo en el que el Concello detectó la contaminación fue Ourantes, ya en el 2011. El alcalde, Manuel Vázquez, procedía a publicar un bando alertando de que no se podía consumir el agua. En octubre de 2012 quedaba solucionado el problema con la dotación de una depuradora. Posteriormente, en mayo de este año se descubría el arsénico en los otros dos pueblos, desapareciendo el riesgo de forma natural en Ventosela, según confirmó la Jefatura Provincial de Sanidade durante el pasado mes de noviembre, por cuyo motivo, a día de hoy Vilar es el único afectado.
Por todo ello, la comisión de agua desconoce la cantidad total que se le reclama a Aquagest por que varía en función del consumo de cada vecino y del pueblo.
