El alcalde de Carballiño, Carlos Montes, y el concejal de Urbanismo, Manuel Amil, junto con el representante del Obispado, Miguel Ángel González, y el párroco José Benito Sieiro mantendrán una reunión el próximo lunes con los responsables de Patrimonio para solicitar que se resuelvan favorablemente las alegaciones presentadas contra el proyecto de la plaza de A Veracruz.
El Obispado y la parroquia, contando con la aprobación del Concello, reclaman que se mantenga la rampa en la entrada principal de la iglesia, al igual que la escalinata de acceso a la casa parroquial. Además, también piden un paso que permita acceder directamente desde el salón parroquial al templo, ya que el proyecto contempla la construcción de un muro. Miguel Ángel González lamenta que para este tipo de proyectos no se cuente con la opinión de los historiadores de arte y se otorgue poder absoluto a los arquitectos. Afirma que 'para el uso del edificio eses elementos no se pueden suprimir'. En lo que respecta al muro de cierre, los arquitectos autores del proyecto han descartado su supresión, pese al rechazo que genera en la población. Amil afirma que ahora la decisión es exclusivamente política, mientras Miguel Ángel González se posiciona en contra del referido muro, pero como presidente de la Asociación Francisco de Moure.
