Los trabajadores abandonaron sus puestos sin que se produjera ningún tipo de incidentes

Los vecinos paralizan la obra de la planta de compostaje

Los vecinos paralizaron los trabajos que realizaban las máquinas. (Foto: MARTIÑO PINAL)
La plataforma ciudadana contraria a la ubicación de una planta de maduración y envasado de compostaje en el lugar de Fontaíñas, en el municipio de Cea, procedió ayer a paralizar las obras de preparación de los terrenos. Cerca de 50 vecinos de Carballiño y pueblos del entorno como Garabás y Mundín (Maside) instaron a los obreros a parar los trabajos que estaban desarrollando y que abandonaron sin ningún tipo de percance.
La paralización se iniciaba poco antes de las 15 horas y los impulsores de la misma permanecieron en el lugar durante una hora, hasta que se disolvió la concentración. Un responsable de la constructora se dirigió a los miembros de la plataforma, comunicándoles que no retomarán los trabajos mientras no se aclare la situación. Hasta allí también se desplazó una patrulla de la Guardia Civil, que no se vio obligada a intervenir, ya que todo se resolvió de forma pacífica.

La empresa adjudicataria del proyecto, Compost Galicia SA, llevaba en torno a 10 días sin realizar ninguna intervención en la superficie adquirida, que es de 54.000 metros cuadrados. No obstante, los vecinos se percataron de la reanudación de los trabajos en la jornada de ayer y por ese motivo se movilizaron, anunciando que mantendrán una vigilancia constante para evitar que continúen.

Los plenos de Maside y Carballiño habían aprobado por mayoría una reclamación de paralización al Concello de Cea y la solicitud de diversos informes técnicos a la Xunta, apoyando las reivindicaciones vecinales. El alcalde carballiñés, Carlos Montes, comunicaba ayer al de Cea, José Luis Valladares, que se habían reanudado las obras, instándolo a detenerlas. Valladares, declaró al respecto que la empresa únicamente dispone de licencia para hacer la explanación. El Concello le prohibió manipular compost, al mismo tiempo que está a la espera del informe de Medio Ambiente para la concesión de la licencia de construcción. El BNG se solidariza con los vecinos y la parlamentaria Isabel Sánchez advierte que puede afectar el agua de consumo domiciliario y el nacimiento del río Carrás.

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