El colegio público Tomás de Lemos de Ribadavia inicia hoy el programa de actividades extraescolares que organiza la Concejalía de Cultura y la asociación de padres, y que en este curso está marcado por la implantación de la jornada única. Nuevas actividades y cambio de horarios para los alumnos de Infantil y Primaria tanto del Tomás de Lemos, que son 329 más 126 de Secundaria, como del colegio rural agrupado Mencer, en San Cristovo, con aproximadamente 40 escolares.
La Consellería de Educación autorizaba el pasado año la jornada única, que recibió el apoyo unánime del claustro y obtuvo en torno a un 90% de los votos de los padres. En consecuencia, las actividades se desarrollarán entre las 15.20 y las 17,00 horas. El Concello asume las clases de refuerzo de inglés e informática, e incorpora este curso la formación en escuelas deportivas de baloncesto, fútbol y balonmano. Por su parte, los padres contribuyen a la programación extraescolar con gaita y percusión, pintura y canto.
El alcalde en funciones, Anxo Collarte, declaraba que 'non se trata de clases particulares nin de aulas para facer deberes ou preparar exames (actividades para as que xa hai profesionais en Ribadavia), senón que se dirixen a ofertar un lecer educativo e a reforzar os coñecementos adquiridos polos alumnos'.
Mientras la comunidad educativa de Ribadavia se mostraba satisfecha con la implantación de la jornada única, en el colegio público Calvo Sotelo de Carballiño anunciaron que en próximas fechas retomarán de nuevo las gestiones encaminadas a conseguir que la Administración autorice la convocatoria para la votación, que había denegado en el pasado curso, alegando que la jornada única encarecería el servicio del transporte escolar. En este municipio, los padres están divididos en dos asociaciones, a favor y en contra del cambio respectivamente.
El alcalde en funciones, Anxo Collarte, declaraba que 'non se trata de clases particulares nin de aulas para facer deberes ou preparar exames (actividades para as que xa hai profesionais en Ribadavia), senón que se dirixen a ofertar un lecer educativo e a reforzar os coñecementos adquiridos polos alumnos'.
Mientras la comunidad educativa de Ribadavia se mostraba satisfecha con la implantación de la jornada única, en el colegio público Calvo Sotelo de Carballiño anunciaron que en próximas fechas retomarán de nuevo las gestiones encaminadas a conseguir que la Administración autorice la convocatoria para la votación, que había denegado en el pasado curso, alegando que la jornada única encarecería el servicio del transporte escolar. En este municipio, los padres están divididos en dos asociaciones, a favor y en contra del cambio respectivamente.
