Concellos de O Ribeiro organizan cursos de manipulador de fitosanitarios ante la gran demanda

Los agricultores regresan a las aulas

Agricultores de Leiro, en las clases impartidas por Serafín Medina, al fondo.
Los agricultores, sin importar la edad que tengan, están regresando a las aulas, y lo hacen asistiendo a cursos para la obtención del carné de manipulador de los productos con los que tratan sus viñedos para evitar las plagas. Algunos Concellos de O Ribeiro organizan sus propios cursos, con independencia de los que imparte la Consellería de Medio Rural, ante la gran demanda por parte de los vecinos. Adquieren conocimientos sobre prevención de riesgos para la salud y sobre matemáticas para calcular las dosis.

La gran demanda por parte de los agricultores de la comarca de O Ribeiro para obtener el carné de manipulador de productos fitosanitarios ha motivado a algunos concellos a organizar sus propios cursos de formación, con independencia de los que imparte la Consellería de Medio Rural en los locales de Extensión Agraria de la ciudad de Ourense y de las villas que son cabeceras de comarca. Este es el caso del municipio de Leiro en donde, según apuntó el alcalde, Francisco José Fernández, se abría el plazo para anotarse un viernes y el lunes siguiente ya estaban cubiertas las 20 plazas disponibles.

El Concello de Leiro al igual que otros de la comarca cuenta con el sindicato Xóvenes Agricultores para impartir las clases encaminadas a enseñar a los agricultores todo los relacionado con la manipulación de fitosanitarios.

El penúltimo día Un total de veinte agricultores acudió cada día a un aula del colegio público de Leiro al acabar sus respectivas jornadas laborales, y hasta completar las 25 horas obligatorias de clases. En el penúltimo día del curso ya habían adquirido nuevos conocimientos sobre los cálculos a realizar para obtener las dosis más adecuadas en los tratamientos de los viñedos, cómo prevenir riesgos para su salud y la de los frutos que cultivan y, entre otras cosas, cómo evitar la contaminación con los productos que utilizan contra las plagas. ’O máis difícil son as matemáticas, e a nosa idade cóstanos bastante, por exemplo aprender a regla de tres’, apuntaba uno de estos alumnos.

Algunos de los participantes en el curso son agricultores de toda la vida, si bien, también los hay que se están iniciando en las labores de los viñedos. Los más jóvenes, aunque afirman que apenas recuerdan las matemáticas, les resulta más fácil. Sin embargo, las dificultades aumentan para los de mayor edad, ya que ’moitos de nós nin xiquera dimos a regla de tres na escola’, indicaban.

Sin embargo, afirman que los monitores (en total seis) les ayudan mucho y que ’tamén os hai que pedimos axuda os fillos e incluso tamén os netos’. Pese al esfuerzo, los asistentes al curso se mostraron satisfechos porque ’estamos aprendendo cousas novas, que non sabíamos, e moitas delas son polo ben da nosa saúde, por exemplo o de utilizar os guantes’.

Al acabar el curso, los agricultores se someten a un examen para obtener el carné de manipulador de fitosanitarios, que en cualquier momento les puede exigir la Administración. Y para ello disponen de tres oportunidades en el caso de que suspendan.

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