La vendimia de 2019 sería un bálsamo recuperador para las pérdidas delas dos campañas anteriores, en las que la cosecha se redujo en casi medio millón de kilos, en 2018, y en dos millones de kilos, en 2017
La prevalencia de altas temperaturas y ambiente seco permite mantener la salubridad de las vides en O Ribeiro, augurándose un más que posible incremento en el número de kilos de uva que se recojan en la próxima vendimia. Al respecto, el presidente del Consello Regulador de la Denominación de Origen, Juan Manuel Casares, señala que "os técnicos aseguran que, con estas condicións meteoróloxicas, a colleita deste ano poderá ser moi abundante e moi superior á correspondente da tempada anterior".
Así, la vendimia de 2019 sería un bálsamo recuperador para las pérdidas resultantes en las dos campañas anteriores, en las que la cosecha se redujo en casi medio millón de kilos, en 2018, y en dos millones de kilos, en 2017, respecto de los dos años anteriores, tomando como referencia los 11 millones de 2016. En este sentido, Juan Manuel Casares se muestra cauto en las predicciones, "xa que calquera tipo de inclemencia meteorolóxica pode causar danos irreparables no viñedo nos meses que restan para a vendima".
Las heladas de la primavera y la tormenta de agosto provocaron la citada reducción en 2017, mientras el año pasado fueron las precipitaciones en la época de floración y una plaga de mildiu las que motivaron una disminución en la cosecha, que finalmente fue de 8,9 millones de kilos de uva, con un 92% de blanca y un 8% de tinta.
