Los vecinos de Cenlle han aceptado con resignación la ausencia de sucursales bancarias. Hace aproximadamente seis años contaban con tres oficinas, que fueron suprimiendo las distintas entidades financieras a las que pertenecían. Por aquel entonces hubo muchas quejas y protestas de los clientes, mientras las autoridades municipales intentaban, sin conseguirlo, mantener abierta alguna de ellas, pensando fundamentalmente en las personas mayores que no tienen vehículo o les es difícil manejarlo.
A día de hoy, los perjuicios y molestias que ocasiona la falta de sucursales siguen siendo los mismos, transcurridos varios años, al mismo tiempo que continúan las quejas vecinales.
El alcalde de Cenlle, José Manuel Rodríguez Lamas, es consciente de los problemas que está generando esta situación y anunciaba que propondrá a una entidad la colocación al menos de un cajero automático en unas instalaciones públicas, concretamente en el nuevo edificio multiusos, en el que se ubica el aula de informática. El regidor espera que al no tener siquiera que alquilar espacio, alguno de los bancos aproveche la circunstancia.
Jorge Freijedo regenta un negocio de hostelería en el centro de Cenlle, en plena Praza da Tenencia, y como el resto de los vecinos tiene que desplazarse a otras localidades más a menudo de los que desea, porque "teño a hipoteca nun banco que está en Ribadavia e ingreso os cartos da lotería noutro de San Amaro". Freijedo, no obstante, reconoce que los principales perjudicados son los mayores, porque "teñen que coller un taxi ou depender dun veciño que os transporte, algúns que poden ata van a pé ata San Amaro. Eu xa teño recollido xente no camiño".
Lo del cajero automático es algo que sería bien recibido por la población en general, aunque "non se cubrirían as necesidades reais porque os maiores necesitan unha atención persoal directa, non usan a tarxeta, pero non cabe dúbida que para a xente nova sería útil", opinaba Ana Diéguez, que coincidía con su amiga Elena Mosquera en que estaría bien la instalación del cajero "aínda que sexa nun edificio público, polo ben do pobo".
Borja Hernández se muestra indignado porque "temos que desprazarnos para todo. Cobran comisións altas pero teño que coller o coche e ir a outro concello só para sacar diñeiro. É unha situación lamentable". Y añadía: "Eles cobran por todo pero non ofrecen os servizos que necesita a poboación, e non digo que se instalen varias sucursales, pero polo menos unha para sacar diñeiro e para solucionar o problema da xente que non ten coche". Hernández es uno de los que no ve con buenos ojos ceder el espacio en un edificio público a una entidad para un cajero: "O que teñen que facer é alquilar un local céntrico e abrir unha sucursal porque o caixeiro pouco vai solucionar".
El alcalde de Cenlle, José Manuel Rodríguez Lamas, afirma que está a la espera de inaugurar el aula de informática en el nuevo edificio que acaba de construir al lado de las oficinas municipales para hacer la oferta, concretamente a Abanca. El regidor reconoce que la situación es muy complicada para los vecinos de este municipio, que sobre todo, según afirma, se desplazan a Maside para "evitar as largas colas que se forman en Ribadavia e Carballiño, tamén imos a Leiro e San Amaro e eu ata vou a Cañiza", apunta, con la esperanza de que atiendan su petición.
