Ramón Estévez Álvarez falleció en Ribadavia cuando estaba a punto de cumplir los 101 años. Nacido el 11 de abril de 1923 residió la mayor parte de su vida en la villa de O Ribeiro, en donde era muy querido y respetado por sus numerosos conocidos y amigos, vinculados especialmente a su trayectoria musical, ya que era el miembro más veterano de La Banda La Lira y también por su gran afición a la pesca.
Esa afición que le inculcó su padre le llevó a vivir una de las experiencias más inolvidables de su juventud, ayudando a las hermanas Touza a que escapara de la persecución nazi uno de tantos judíos a los que escondieron y pasaron a Pontugal. Las hermanas Touza se lo pidieron a su padre y el joven Ramón Estévez los acompañó más allá del salto de Frieira, portando tres cañas, simulando que iban a pescar. Así fue como salvaron al hombre que realizó un tramo nadando hasta cruzar la frontera y después huir a Estados Unidos.
Ramón Estévez también fue emigrante en Venezuela desde 1959 a 1984, en donde mantuvo su afición por la música, formando parte de la Banda Militar de la Guardia Nacional. De regreso a Ribadavia volvió a incorporarse a La Lira en donde además de músico también fue profesor de numerosos jóvenes alumnos, hasta el 2006, año en el que fallecía su esposa, Lucila Pérez, con la que tuvo dos hijos, uno de ellos, José Ramón Estévez Pérez, que fue presidente del Centro de Estudios Medievales de Ribadavia, define a su padre como “una persona muy querida, buen padre y muy cariñoso con la gente”. También se refiere a sus dos aficiones, además de la pasión por la música, era un gran pescador, al que le gustaba también la cocina, “eran famosas sus truchas en escabeche”, señala su hijo.
El funeral está previsto para este jueves, 4 de abril, en la Iglesia de Santo Domingo, a las 12,00 horas.
